Poco antes de que empezara el toque de queda del jueves, los Mossos d’Esquadra desalojaron a una familia con niños en Ciutat Meridiana (Barcelona) tal y como ha denunciado la plataforma Sindicat d'Habitatge de Nou Barris.

El desalojo se produjo horas después de que el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, anunciara que "se suspenden los desahucios en Cataluña" debido al nuevo confinamiento. Sin embargo, los Mossos acudieron por la noche a la vivienda, en el número 93 de la avenida Rasos de Peguera, donde decenas de vecinos intentaron parar el desalojo sin éxito. 

Desde el Sindicato d'Habitatge de Nou Barris, consideran que el procedimiento no ha sido el correcto para estos casos, ya que "ni el ayuntamiento ni servicios sociales estaban enterados los desahucio", algo obligatorio cuando se trata de una familia con niños menores de edad. También denuncian que la familia no recibió ninguna carta avisando del desalojo.

Todo empezó cuando la madre volvió de trabajar y se encontró con la cerradura cambiada. Al no tener constancia de ningún desahucio, volvió a entrar en su casa con ayuda de un vecino. Es entonces cuando llega la policía e informa a la familia de la orden de desalojo producida por la mañana, pero de la que ni la familia ni servicios sociales tenían constancia. 

En una entrevista a Ser Catalunya, Eduard Sallent, jefe de los Mossos, ha reconocido que el desalojo del cuerpo fue sin orden judicial frente a la "reocupación" de la familia con 3 menores.

Las redes sociales se han llenado de mensajes de indignación de los vecinos, que han expresado su rechazo a la actuación de los agentes, que se produjo de noche y en un contexto aún más difícil, debido a la pandemia.