En grupos reducidos, en casa y en familia, pero con panellets artesanos de pastelería. Así confían que será la Castanyada 2020 desde el Gremio de Pastelería de Barcelona, que encara la campaña con optimismo pese a las restricciones por la Covid-19 y prevé un incremento en las ventas del 2,5% respecto al año pasado.
Para los pasteleros, que el día de Todos los Santos caiga este año en domingo también favorecerá las celebraciones en casa y, en consecuencia, la compra de panellets. Sin embargo, este hecho puede terminar beneficiando a las pastelerías de ciudades grandes y, en cambio, ir en detrimento de los establecimientos situados en zonas turísticas.
Por otra parte, teniendo en cuenta la prohibición de reuniones de más de seis personas, los pasteleros preparan bandejas de panellets variados más pequeñas, para adaptarse a la demanda. "Las bandejas grandes con las que la gente quiere probar todos los sabores es más complicado que ahora tengan salida", señala José Luís Florenses, responsable de Fa Pastisseria, en Lleida.
Reivindican la calidad de los panellets artesanos
El Gremio reivindica la calidad de los panellets artesanos de pastelería y recuerda las claves para diferenciarlos de los industriales: se hacen con mazapán, no llevan fécula de patata ni de boniato, no llevan conservantes ni colorantes artificiales, se hacen con ingredientes de máxima calidad y se elaboran uno a uno, a mano, horas antes de ser vendidos.
El presidente del Gremio de Pastelería de Barcelona, Elies Miró, celebra la tendencia al alza en la venta de panellets artesanos durante los últimos años: "Cada vez somos más conscientes de qué comemos y no nos dejamos dar gato por liebre. La gente apuesta por el panellet artesano por sabor y por calidad. Nunca será igual el mazapán que la patata, el piñón nacional que el asiático o un bollo sin conservantes y recién hecho que un industrial que lleva un mes en la estantería del súper".
Además, pese a las grandes diferencias en el coste de los ingredientes utilizados, desde el Gremio apuntan que, en algunos supermercados, se encuentran panellets industriales a un precio por kilo superior al del panellet artesano en muchas pastelerías.
El de piñón, el más solicitado
Cada año, los pasteleros innovan y presentan nuevas variedades de panellets con productos y sabores diferentes: desde cubrirlos de chocolate convirtiéndolos en una especie de bombón hasta introducir nuevos sabores. Una tendencia común en los últimos años también es reducir la cantidad de azúcar utilizada para hacerlos más ligeros. De todos modos, el más solicitado sigue siendo, con diferencia, el de piñones.
En cuanto a su origen, según señala el Gremio, se cree que se encuentra en los antiguos cultos funerarios, donde se llevaban panecillos pequeños como ofrenda a la iglesia o en las tumbas de los difuntos. Otras teorías aseguran que fueron los árabes quienes crearon esta tradición por su tipo de masa, pero los primeros indicios que se tienen sobre este dulce de otoño son de finales del siglo XVIII.
Por otra parte, también eran elaboraciones que se hacían en las masías tras la recolección de los frutos secos y que han ido evolucionando, manteniendo viva la tradición en Catalunya, Valencia y Baleares, aunque ahora se pueden encontrar en muchas pastelerías de todo el Estado.
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