¿Dónde va la ropa y el calzado que introducimos en los contenedores? ¿Para que se utilizan? Estos productos textiles no son residuos como el resto, porque una de las finalidades es destinarlos a colectivos más vulnerables que carecen de suficientes recursos económicos. También cumplen con un fin medioambiental, ya que se reciclan y se evita que acaben en el vertedero.
Por esta razón, tal y como destaca la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es realmente importante que toda la ropa que no necesitemos la llevemos al contenedor o al punto limpio, "de manera que no terminen en el vertedero, donde ahora mismo está acabando casi el 90% del residuo textil".
Los ayuntamientos de la mayoría de localidades españolas disponen de puntos de recogida de ropa usada y en algunos municipios, además, se han habilitado espacios municipales o servicios de recogida a domicilio. Por otra parte, "también hay contenedores legales para ropa en terrenos privados como parroquias, colegios, gasolineras o centros comerciales, bajo acuerdos bilaterales entre organizaciones privadas y gestores de residuos textiles como Cáritas o Humana", destacan.
¿Dónde se encuentran? ¿Qué se hace con los residuos?
¿Cuáles son los contenedores autorizados por las autoridades y quién los gestiona? La OCU ha elaborado una lista, actualizada en octubre de este año, que puedes consultar en este enlace con los principales puntos de recogida en todas las Comunidades Autónomas.
Según el Plan estatal marco de gestión de residuos (PEMAR), en España se genera un millón de toneladas de residuos textiles domésticos cada año. Sin embargo, "solo un 10% es gestionado para reutilización y reciclaje", indica la OCU. En este sentido, ¿dónde acaba nuestra ropa y calzado usados?
- Entre un 40 y un 50% de los residuos textiles que se introducen en contenedores gestionados por entidades sociales se destinan a la reutilización. En algunos casos, se dona directamente a coletivos vulnerables o se vende en tiendas de segunda mano como las de Humana.
- Aquellos residuos que no se puedan reutilizar por encontrarse en mal estado "se reciclan para producir trapos o aislantes". De hecho, existen programas pilotos "para producir hilos regenerados o generar nuevas fibras".
- La ropa o el calzado que no puede reutilizar o reciclar se incineran para su "valorización energética como combustible".
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