La regañina de un cura a sus fieles más tacaños: "¿Cómo se puede tener la cara tan dura?"

  • El párroco de la Iglesia del Cristo de Valdepeñas afeó a sus vecinos su falta de generosidad con las obras del templo.
Iglesia del Santo Cristo de la Misericordia en Valdepeñas.
Iglesia del Santo Cristo de la Misericordia en Valdepeñas.
MINISTERIO - Archivo
Iglesia del Santo Cristo de la Misericordia en Valdepeñas.

Cuando el párroco de la Iglesia del Cristo de Valdepeñas (Ciudad Real), Emilio Montes, pidió a sus feligreses que tomaran asiento porque tenía "que explicarles algo un poquito largo", probablemente no se imaginaban la reprimenda que iban a recibir. El sacerdote, desde el altar, no dudó en dar un tirón de orejas a los asistentes a la misa para recriminarles su falta de generosidad. 

"No cortes, no cortes...", dijo Montes al encargado de grabar la ceremonia, que se estaba retransmitiendo por Internet, para que la regañina llegase también a los fieles que asistían al oficio desde sus casas.

En el templo acaban de terminar unas obras que han durado ocho años y que han supuesto a la iglesia 600.000 euros, de los cuáles faltan 80.000 por pagar. De estos, 60.000 son un préstamos, a razón de 300 euros al mes, y el resto -entre 20.000 y 24.000- hay que "juntarlo a lo largo de este año".

"La semana que viene inauguramos la obra y nadie me ha preguntado cuánto nos ha costado. Eso es un tema tabú, pero es que nadie me ha preguntado cuánto falta por pagar. Se ve que eso no os importa", continuó.

Y, ya metido en faena, Montes empezó a desgranar un rosario de situaciones en las que, a su juicio, sus feligreses no habían suficientemente desprendidos ni habían colaborado con la parroquia con la generosidad necesaria. "Es que tengo muchas historias que contar, hoy me voy a explayar", amenazó.

"Hay mucha gente que ha sido siempre de la parroquia, que han sido incluso catequistas, que desde que yo llegué hace 11 años solo dan 6 euros. Y yo les he hecho la trampa: '¿Eras tú la que me dijiste que te subiera a diez?'. Así, haciéndome el tonto. 'No, no, yo estoy muy conforme con los 6'. Señal de que no quieres dar más...", reciminó.

Sin embargo, las revelaciones no quedaron ahí. "También hay gente que se ha enfadado conmigo. 'Ah, pues, como usted no ha querido hacernos los bautizos, le quitamos los recibos'. Y a lo mejor, cuando peor estábamos, para amenazarte te han quitado 50 euros todos los meses. Peor para ellos, también hemos salido", relató.

"Hay mucha gente que te duele, que son matrimonios, que están trabajando los dos y no han sido capaces de poner un recibo de 10 o 15 euros", se quejó, antes de referirse a un vecino que en 8 años de obra, le había prometido más de 15 veces facilitarle el número de cuenta del banco para que le pasara el recibo. "Y el otro día me llamó para que le buscara un puesto para la inauguración. Digo: 'Estás tú el primero, el primerico estás tú ahí puesto. ¿Cómo se puede tener la cara tan dura?", añadió.

Y, para concluir, recalcó su gestión omnipresente de la parroquia: "Yo me fijo en todo. Que yo me calle, que me callo más de lo que parece, no quiere decir que yo sea tonto. Yo se quién da, quién no da, quién ha dado para la obra, quién no ha dado...".

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