Estos dispositivos permiten determinar la calidad del aire de un espacio cerrado ocupado por personas y conocer cuando se supera el nivel máximo de CO2 establecido, momento en el que se tiene que ventilar el espacio hasta que vuelva a bajar el nivel para mejorar la higiene respiratoria y disminuir el riesgo de contagio.

En una rueda de prensa para presentar la nueva oferta de plazas de FP, el conseller de Educación, Martí March, ha apuntado que serán los centros educativos los que tramiten la adquisición para que el proceso sea más ágil aunque no ha concretado cuando empezarán los centros a disponer de los aparatos.

En todo caso, March ha trasladado la necesidad de que la adquisición se produzca lo más pronto posible ante la llegada del invierno y el descenso de las temperaturas que obligará a mantener cerradas más tiempo las ventadas de las aulas y los espacios.

March se ha referido en esta línea a la situación de Europa, con el otoño-invierno más avanzado y con algunos incrementos de contagios para motivar la instalación de estos dispositivos lo antes posible.

Las últimas investigaciones confirman que el coronavirus también se transmite vía aerosoles, lo que implica que será más importante que nunca garantizar una buena ventilación de las aulas también durante el invierno, en paralelo y sin olvidar, las otras medidas de prevención, que se tienen que mantener como la mascarilla, la distancia de seguridad y la limpieza de manos, entre otros.

La previsión de la Conselleria es la de dotar de aparatos medidores de la concentración de CO2 a todas las aulas de los centros y otros espacios (salas de profesorado y comedores) para facilitar la monitorización y el control del grado de ventilación y la calidad del aire.

Además también se prevé la adquisición de filtros (HEPA) para aquellos espacios en que se tenga que purificar el aire como medida complementaria.

Según han señalado desde la Conselleria, para explicar esta medida esta semana se están celebrando diferentes reuniones con todos los equipos directivos de los centros educativos.

Al mismo tiempo, se han recordado las medidas preventivas previstas en el Protocolo para hacer frente a la COVID-19 en las escuelas y que se mantienen vigentes, independientemente de la incorporación de los nuevos dispositivos, como la necesidad de una ventilación continúa y la recomendación de reducir el tiempo que pasa el alumnado y el profesorado en interiores al tiempo estrictamente necesario.