Según informa la Junta de Andalucía a través de un comunicado, esta decisión se ha tomado después de realizar análisis al agua que llega a los domicilios de los 5.000 habitantes del municipio.

La delegada de Salud y Familias, Trinidad Rus, ya ha firmado la resolución y se ha notificado al Ayuntamiento para que establezca medios alternativos de abastecimiento. A partir de ahora, la Consejería de Salud y Familias realizará análisis y controles hasta que el agua reúna todos los requisitos para volver a declararla apta para el consumo de la población.

Por su parte, el alcalde, Iván Raúl Cruz, ha indicado a Europa Press que la turbidez del agua se debe a los bajos niveles de reservas con los que cuenta actualmente el embalse de La Bolera. El Ayuntamiento ya está gestionando el reparto de agua potable a la población para que cuanto antes se pueda poner en marcha.

El alcalde ha apuntado que no se va a cortar el suministro para que la población tenga agua para limpieza e higiene, aunque se mantendrá la prohibición para su consumo.