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Rufián acusa al rey de ser el diputado número 53 de Vox y de haber sido nombrado por Franco

Bronca en el Congreso con la figura del rey Felipe VI bajo el foco. Este miércoles, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, elevó el tono de sus habituales críticas a la monarquía asegurando que el jefe del Estado se comporta, en realidad, como un diputado más de Vox y sacando una fotografía suya de niño saludando al dictador Francisco Franco. Y las bancadas de la derecha protestaron ruidosamente hasta que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, tuvo que intervenir para defender la libertad de expresión.

Las críticas de Rufián contra la monarquía se produjeron en una pregunta al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, sobre si las instituciones se someten a los principios democráticos. En una semana muy encendida para el independentismo por la inhabilitación del expresident de la Generalitat, Quim Torra, el portavoz de ERC cargó contra la supuesta falta de independencia del poder judicial. Y aseguró que no solo los jueces dejan traslucir sus posicionamientos políticos en el ejercicio de sus funciones.

"Vox tiene aquí, desgraciadamente, 52 diputados, pero en total tiene 53, porque tiene uno en la Zarzuela. He aquí lo dramático", denunció Rufián. Y no se quedó ahí, ya que aseguró que el líder del PP, Pablo Casado, tiene "razón" cuando dice que Felipe VI ha sido votado. "A Felipe VI le votó un español: Francisco Franco", señaló mostrando la fotografía del dictador con el ahora monarca, momento en el cual el rumor en el Congreso se convirtió en un griterío.

Las críticas de Rufián a la monarquía y al actual jefe del Estado han obligado al ministro Campo a defender la institución, algo que las bancadas de PP, Vox y Cs llevaban toda la mañana reclamando en sus intervenciones y también a voces. "La justicia se imparte, en nombre del rey, por jueces independientes. Y en eso creo, y defenderé hasta la última gota de mi sangre a la monarquía, al Estado constitucional y a la justicia", sostuvo Campo.

Rifirrafe de Batet con Casado y Arrimadas 

La discusión entre las bancadas derecha e izquierda sobre la monarquía tuvo algunos episodios más durante la sesión de control. Y la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, tuvo que intervenir al final de la misma para defender la libertad de expresión de Rufián y de los diputados que criticaron al monarca, tras exigirle el líder del PP, Pablo Casado, que retirara esas alusiones del diario de sesiones asegurando que "no se puede agredir a las instituciones con la complicidad del Gobierno".

Batet exigió "contención", "respeto" y "educación" a los diputados tras una sesión en la que los gritos fueron una constante y en ocasiones no permitieron escuchar con claridad al orador. La presidenta del Congreso aseguró que no se debían retirar las palabras contra el rey porque no contenían "insultos", y sostuvo que criticar a la monarquía es una posibilidad blindada por la libertad de expresión. "Muchas veces hay que escuchar cosas que se rechazan, que no se comparten y que pueden ofender de alguna manera, pero mi papel como presidenta es respetar la libertad de expresión", zanjó Batet.