Un acuerdo entre el Ayuntamiento de Barcelona, los vecinos y la propiedad de un edificio del Raval ha evitado la expulsión de seis familias, en total 10 adultos y tres menores. Después de más de un año y medio de negociación entre las tres partes, finalmente se ha alcanzado un consenso para desencallar el conflicto. 

En concreto, se ha conseguido un acuerdo por el cual el propietario mantiene estos seis pisos con contratos de alquiler asequible y cede dos de las viviendas vacías para alquilarlas a familias en situación de vulnerabilidad. Eso sí, el resto de pisos de la finca, cuatro, los alquilará en el mercado libre y podrá fijar los precios que quiera. 

Según explica un vecino, la comunidad sufría "acoso inmobiliario" desde 2016 por parte de la propiedad que compró el bloque.