El portavoz parlamentario de la formación, Mikel Buil, ha asegurado que era "una tragedia evitable" y ha criticado que es un lugar "que lleva años siendo un absoluto infierno de tortura psicológica en la que malviven unos 400 niños y niñas menores no acompañadas, y donde Médicos Sin Fronteras lleva tiempo denunciando continuos intentos de suicidio, entre ellos, los de varios niños de 10 años".

"Moria es un lugar con barracas cercadas por riachuelos de aguas fecales, con cortes de agua corriente y electricidad, donde hay una fuente por cada 1.300 personas y un baño para 200. Baños que las mujeres no pueden utilizar por las noches por el alto riesgo a ser violadas. Nadie, absolutamente nadie, merece vivir en estas condiciones y mucho menos quien ha escapado de guerras o de la pobreza extrema", ha manifestado en un comunicado.

Buil ha criticado el compromiso que adquirió la Unión Europea "tras la mal llamada crisis de las personas refugiadas entre los años 2015 y 2016, donde se comprometió a acoger a tan solo 160.000 personas de alrededor de 1 millón y que al final quedó en tan solo 29.144 personas, dejando a la luz el fracaso de las políticas migratorias europeas.

Y ha destacado que "esta crisis humanitaria puede convertirse en una nueva oportunidad para que la Unión Europea tome las riendas de una política migratoria acorde a los derechos humanos y las leyes internacionales, que retome el reparto de personas migrantes y refugiadas entre los países europeos al que se comprometió, para que de estas cenizas nazca la oportunidad para estas personas de rehacer sus vidas y de salir de ese infierno".

Así, Buil ha instado al Gobierno español a "seguir la senda de países como Alemania, Francia, Finlandia, Luxemburgo, Eslovenia, Países Bajos, Croacia, Portugal y Bélgica que ya se han ofrecido a acoger a menores refugiados".

La formación ha impulsado una declaración institucional que se votará este próximo lunes y ha animado a la ciudadanía a participar en la concentración que de este sábado, a las 12 del mediodía en la Plaza del Castillo, para exigir la "reubicación inmediata" de los afectados por el incendio en el campo de refugiados de Moria.