La Fiscalia de Seguretat Vial de Barcelona investiga la colocación de bloques de hormigón en determinadas calles de la capital catalana para delimitar el espacio de los coches y los viandantes, a raíz de la pandemia de Covid. 

Un abogado denunció la colocación de estos bancos porque podían suponer un riesgo para ciclistas y motoristas y ahora el ministerio público estudiará la legalidad.

Los bloques se situaron en la calzada, donde anteriormente había coches aparcados, para ampliar el espacio para los peatones

Según ha avanzado 'El Periódico' y han confirmado fuentes de fiscalía, la fiscal Isabel López Riera ha abierto diligencias de investigación sobre la decisión del Ayuntamiento de situar estos elementos separadores en calles como Consell de Cent, Rocafort y Girona, en el Eixample barcelonés. Los bloques se situaron en la calzada, donde anteriormente había coches aparcados, para ampliar el espacio para peatones, que los suelen utilizar como bancos para sentarse.

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Un informe pericial aportado por el abogado, y que ahora la fiscal estudia, considera que los bancos se tendrían que colocar en las aceras o ser protegidos por elementos de contención que eviten el impacto de los vehículos, sobre todo motos y bicis.

Los grupos municipales de JxCat y PP advirtieron de la peligrosidad de estos bloques y un abogado ha aportado la denuncia y el informe pericial al ministerio público.

"Vamos a seguir pacificando calles"

Tras conocerse que la Fiscalía está investigando los bloques de hormigón, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado que el "cambio de modelo de ciudad" para dar más espacio a los peatones "no tiene marcha atrás". 

"Queremos una ciudad segura y vamos a seguir pacificando calles", ha dicho, y ha añadido que en las vías donde se han instalado estos elementos "se ha reducido a 30 kilómetros por hora la velocidad", que es la causante de muchos accidentes graves.

Colau ha apuntado, además, que no tiene sentido que los desplazamientos en coche supongan "un 20%" de los que se realizan en la capital catalana y sin embargo, los coches ocupen "el 60% del espacio público". Asimismo, ha afirmado que "los niveles de contaminación son inadmisibles". Para Colau, reducir el tráfico en Barcelona "es una cuestión de calidad del espacio público".