La investigación se inició con la denuncia de un vecino de Gijón de 56 años de edad que refirió haber sufrido el asalto de dos jóvenes que le tiraron al suelo para sustraerle la bandolera. En su relato explicó que cuando caminaba a las dos y media de la madrugada por la calle Oriental del barrio de La Calzada un joven le había abordado por la espalda y le había propinado un fuerte empujón que le había hecho caer al suelo.

En su auxilio habría acudido otro joven que le había ofrecido ayuda para levantarse, pero en lugar de asistirle le arrebató la bandolera que llevaba cruzada al hombro.

Los agentes del Grupo Primero realizaron numerosas comprobaciones para identificar a los autores y poder recuperar los efectos personales sustraídos. En el transcurso de esos trabajos policiales se pusieron de manifiesto algunas imprecisiones en lo referido por el denunciante por lo que se volvió a citar para aclarar los términos contradictorios de su exposición.

En esta ocasión el denunciante no ratificó los hechos que había denunciado sino que admitió que había mentido y que en ningún caso había sido asaltado.

Los investigadores le denunciaron entonces como autor de una simulación de delito porque había fingido ser víctima de un robo violento cuando lo que había sucedido es que había estado de copas por los bares del barrio y no recordaba si había perdido la bandolera o la había dejado olvidada en alguno de los establecimientos.