La Unión Europea debe marcarse objetivos más ambiciosos, según el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que también considera que hay que poner fin a las reuniones "mortalmente aburridas".

Sarkozy, que este semestre ocupa la presidencia de turno de la Unión, explicó que sólo cuando se establecen grandes objetivos los países comunitarios son capaces de dejar a un lado sus "intereses egoístas".

El presidente francés opinó que eso es lo que ha sucedido en el Consejo Europeo que ha concluido en Bruselas, en el que los líderes de los 27 han rubricado sendos acuerdos que desbloquean la ratificación del Tratado de Lisboa sobre la estrategia de lucha contra el cambio climático y para poner en marcha un plan de reactivación de la economía.

"El mundo tiene necesidad de Europa, pero de una Europa que haga y diga cosas, que sea capaz de asumir riesgos", señaló el mandatario francés.