Aunque su participación en la Semana de la moda de Londres parecía indicar lo contrario, lo cierto es que el negocio de Victoria Beckham no iba tan bien como aparentaba. De hecho, la marca lleva varios años en números rojos.

Según la revista especializada en moda WWD, desde 2018 la marca registra más de 24 millones en pérdidas, llegando a perder unos 5000 euros diarios. Si esto no era ya suficiente, el impacto que ha tenido la Covid-19 también ha afectado considerable a las cuentas de la firma.

Si ya tenía menos ventas de lo que debería, el escándalo que se formó al pedir las ayudas del Gobierno en la pandemia para acogerse al plan implementado por el Ejecutivo, una medida similar a los ERTE en España, y suspender a 30 empleados de su marca teniendo ella una fortuna familiar que se estima en 335 millones de libras, terminó por firmar su sentencia.

Ahora, para sanear un poco su cuentas, la empresaria se ha visto obligada a despedir a 20 trabajadores, cerrar su boutique insignia ubicada en en Oxford Street, Londres, a reducir el número de colecciones anuales a la mitad y bajar sus altos precios para intentar activar las pocas ventas, según ha publicado The Guardian.

Con la reducción de la demanda de los consumidores y las cadenas de suministro bajo presión, la marca planea reducir la cantidad de opciones por colección en un 30% -40%, comenzando con la colección de primavera de 2021, en la que Beckham está trabajando actualmente. “Me parece muy importante ahora volver a lo básico. Ha fomentado una gran energía y un verdadero sentido de creatividad entre los equipos”, dijo la diseñadora sobre el tema.