Agentes de la Guardia Civil destinados en el Equipo de Policía Judicial del Aeropuerto de Madrid-Barajas, en aras del mantenimiento de la salud pública y el resguardo fiscal del Estado, se han incautado de gran cantidad de sustancia estupefaciente en el Puerto de Valencia.

A mediados del mes de Noviembre la Guardia Civil recibió una información recabada por la Policía Nacional Peruana (DIRANDRO), por la que sospechaban que se había ocultado cierta cantidad de droga en uno de los contenedores de un barco que había zarpado unos días antes desde el puerto de El Callao.

Tras comprobar algunos de los extremos de los que habían sido informados, los agentes comenzaron el seguimiento del barco, que unos días después recaló en el puerto colombiano de Cartagena con rumbo a Valencia .

El contenedor en el que supuestamente había sido introducida la droga transportaba maíz blanco con destino a una conocida empresa valenciana de frutos secos.

Todo apuntaba a que se trataba de una modalidad de tráfico de droga denominada de "gancho perdido", por la que las organizaciones dedicadas al narcotráfico utilizan contenedores fletados por empresas conocidas para transportar sus mercancías legales, en los que introducen la droga sin conocimiento de sus legítimos dueños.

Gracias a la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional, los agentes obtuvieron el mandamiento judicial que les autorizaba a la entrega controlada de la supuesta carga que llevaba el contenedor.

La droga fue abandonada

Desplazados hasta la ciudad levantina, los Agentes de la Guardia Civil esperaron durante varios días que alguien recogiese la carga, y ante el abandono de esta, abrieron el contenedor para comprobar la veracidad de los indicios que les habían llevado hasta Valencia.

Los precintos del contenedor habían sido manipulados, según el método que esperaba, y en el interior se encontraron 4 bolsas de deporte, que contenían cada una 25 paquetes de cocaína.

En total, la droga aprehendida es ligeramente superior a los 100 Kilogramos.

Las investigaciones tendentes a la identificación de los receptadores continúan su curso, no descartándose su detención en próximas fechas.

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