"Habrá centros que tendrán que modificar espacios, algunos tendrán que preparar para la docencia espacios que no eran estrictamente docentes y, en algunos casos muy particulares, algún centro necesitará de algún apoyo externo", ha afirmado el conseller en declaraciones a los medios en Lleida, donde ha participado junto al alcalde, Miquel Pueyo, en el acto de colocación de la primera piedra de la escuela de Pinyana.

El titular de Educación ha precisado que estos casos son muy singulares y que su Conselleria quiere que sean los menos posibles "porque los mismos centros prefieren readaptarse internamente y que su alumnado esté en el centro a que se tenga que marchar".

Bargalló ha recordado que hay un plan de apertura de todos los centros educativos en Catalunya en el que cada centro ha tenido que aplicar su propia realidad contando con el acompañamiento de la inspección y que se basa en los grupos estables de alumnado y de profesorado estable.

También ha dicho que en caso de que se produzcan brotes en los centros educativos se pondrían en cuarentena catorce días "un grupo o un edificio" siguiendo siempre las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

Sobre la escuela de Pinyana, Bargalló ha asegurado que "las obras se harán de manera rápida" y que en marzo de 2022 habrá terminado la última fase, que es el pabellón infantil.

Ha explicado que la nueva escuela que se edificará coincide en parte en el terreno donde está ubicada la actual: "No es fácil construir una escuela mientras otra está funcionando, pero es la única manera de hacerlo".

El conseller también ha visitado la escuela Camps Elisis para la que el Govern aprobó la semana pasada una ampliación con un presupuesto de 2,5 millones de euros.