Que en las entradas y salidas de los niños de las escuelas de Barcelona se eviten los atropellos y el exceso de ruido, que se respire una aire más limpio y que haya espacios donde las familias se puedan reunir y los niños puedan jugar. Eso es lo que persigue el gobierno municipal de Ada Colau, que este martes ha anunciado que este año se pacificarán los entornos de 22 centros escolares, lo que supondrá reducir el espacio para los coches.

En el marco del programa Protejamos las Escuelas, se destinarán 1,3 millones de euros en 2020 a estas actuaciones, que supondrán ganar 4.352 metros cuadrados en el asfalto. Para ello, el peatón tendrá prioridad en tramos de cinco calles más (Ferrers, Acàcies, Quevedo, Taxdirt y Mas Casanovas) y se reducirá un carril de circulación en zonas de Balmes, Bailén, Travessera de Gràcia y Provençals. También se construirá una plaza frente a cada uno de los 22 centros educativos -con una superficie no inferior a la de una circunferencia de 10 metros de diámetro-, se crearán 37 espacios de juego y se instalará mobiliario urbano.

Asimismo, está previsto suprimir zonas de aparcamiento; limitar la velocidad máxima permitida -preferiblemente a 20 kilómetros por hora-; colocar señales, radares informativos y elementos de seguridad como barandas; y adaptar los semáforos y la iluminación. Además, personas voluntarias controlarán el tráfico a la hora de entrada y salida de clase y el acceso a las zonas pacificadas en el entorno de las escuelas se señalizará con pintura naranja y un logotipo horizontal.

Estas medidas beneficiarán a 8.468 alumnos, de los que 3.671 serán de Primaria; 2.532, de Secundaria; 2.091, de Infantil; y 174, de guarderías.

En el entorno de dos de los 22 centros incluidos en el listado de colegios con alrededores pacificados en 2020 ya se ha actuado. Se trata de los aledaños del Institut Viladomat, en el Eixample, donde las obras acabaron en julio, y de los de la escuela Grèvol, en Sant Martí, donde los trabajos terminaron en enero. El Ayuntamiento, ha recordado Colau, decidió comenzar por este centro después de que un niño de cinco años muriera atropellado por una moto en octubre de 2019 a la salida del colegio. "No queremos que eso vuelva a pasar nunca más", ha afirmado la alcaldesa.

En cuanto a las otras 20 escuelas, en nueve las obras ya están en marcha o se iniciarán entre julio y agosto y acabarán en septiembre: en el Institut l'Alzina, las guarderías Manigua y Petit Univers y las escuelas L'Estel, Doctor Ferran i Clua, L'Univers, Sagrada Família-Sardenya, Pia Balmes y Poeta Foix. En las otras 11 los trabajos se iniciarán en octubre y terminarán antes de que finalice el año: en los centros educativos Marillac y Escolàpies Lluria, el Institut Teresa Pàmies y las escuelas 9 Graons, Carlit, Xirinacs, Sagrat Cor-Ribes, Mas Casanovas, de les Aigües, Pia Sant Antoni y Rubén Darío.

"Se trata de conquistar el espacio público para las relaciones comunitarias", ha dicho Colau, que también ha apuntado que "no es normal poder identificar de lejos dónde hay un parking y no dónde hay una escuela". "Queremos una Barcelona más amable con los niños y niñas porque si es así, será más amable para todo el mundo", ha continuado, y ha asegurado que "este es un modelo de ciudad que no tiene marcha atrás".

Por su parte, la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, ha explicado que en 2021 se actuará en los alrededores de unas 50 escuelas más y se señalizarán todos los entornos de las que hay en la ciudad -585-.

En 2023, el objetivo es haber llegado a 200 centros educativos para alumnos de entre 0 y 12 años, lo que equivale a uno de cada tres. Para escoger las escuelas se tendrán en cuenta criterios, entre otros, como la inseguridad vial o la contaminación en los puntos donde están situadas.

El Ayuntamiento ha creado una mesa de seguimiento del programa con representantes de la comunidad educativa y se pondrán en marcha también mesas de entornos escolares en todos los distritos.

Colaboración para garantizar la apertura de los centros en septiembre

La alcaldesa ha reiterado que el Consistorio ayudará en todo lo que haga falta para que los centros educativos puedan abrir en septiembre como está previsto.

Ha afirmado que esta no es una decisión suya y que es "difícil" hacer pronósticos en plena pandemia y a un mes y medio del inicio del curso, pero ha insistido en que se tiene que poder volver a las escuelas. "Hemos ofrecido toda la colaboración en aquello que podemos ayudar para que puedan abrir y con la máxima presencialidad. Haremos todo el que esté en nuestras manos", ha señalado.