La lima de uñas es un elemento básico para cualquier fanático de la manicura, gracias a esta se pueden arreglar los desperfectos o acortar la longitud inmediatamente sin necesidad de ir a un centro especializado.
Aunque en anteriores generaciones, las de cartón sean por excelencia las que más se utilizan, actualmente existen más tipos como las pulidoras que tienen forma de bloque, las de metal o una de las menos conocidas: las de cristal.
La idea de utilizar este último material surgió hace más de 50 años en Suiza y su creación consiste en manejar químicamente piezas de vidrio templadas hasta conseguir un resultado liso, denso y resistente.
En comparación con las de cartón, deja las uñas con un borde más sellado en lugar de irregular o escamado por la textura arenosa. Asimismo, tienen una durabilidad superior puesto que no se doblan, se despegan o se desgastan con el uso.
Su uso es igual que las de toda la vida tanto en uña natural como acrílica y para cuidar adecuadamente esta nueva tendencia hay que lavarla con jabón neutro o desinfectar la lima de cristal después de cada uso.
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