La operación policial ha permitido desmantelar los tres enclaves de esta organización, un cultivo oculto en un paraje boscoso en el espacio natural de la Noguera Ribagorzana, una plantación 'indoor' utilizando todo un edificio en la localidad altoaragonesa de Monzón y un chalet en la provincia de Lérida empleado como centro de operaciones y para el secado y envasado de la marihuana.

La investigación, en la que han participado agentes especializados de Huesca, Lérida y Barcelona, se inició el pasado mes de abril, al detectar la Policía Nacional una plantación de marihuana en una gran extensión de una zona boscosa ubicada en la zona limítrofe entre Huesca y Lérida.

La operación concluyó el 2 de julio con la detención de los cuatro implicados, a quienes se les imputan los delitos de tráfico de estupefacientes, pertenencia a grupo criminal y defraudación de fluído eléctrico.

CAMPAMENTO

En la Noguera Ribagorzana, los integrantes del grupo habían talado grandes superficies de pinares y aprovecharon al máximo los bancales del bosque para cultivar la marihuana, alterando los barrancos para poder almacenar agua, que conducían hasta los campos de cannabis con mangueras movidas con bombas de agua alimentadas con generadores de energía eléctrica.

Los líderes de la organización reclutaban operarios para hacerse cargo del cultivo, mantenimiento y recolección de la marihuana y les destinaban a las plantaciones por largos periodos de tiempo, para lo que habían levantado campamentos en zonas estratégicas con todo lo necesario para permanecer largas estancias, proveyéndoles de gran cantidad de víveres no perecederos.

De esta forma, además, aseguraban una guardia continua de las plantaciones, al haber instalado los refugios junto a los cultivos quecustodiaban y haber establecido puntos de vigilancia para detectar lapresencia policial, llegando incluso a utilizar los árboles talados comotorretas de vigilancia.

Los investigados también habían cortado los caminos de acceso a la plantación con rocas de grandes dimensiones y árboles, simulando que la vía era inaccesible. Esta custodia permanente y activa, unida al perfecto conocimiento del bosque en el que vivían, dificultó enormemente la investigación sobre el terreno, han indicado.

La organización se procuró un edificio en el casco histórico de la localidad oscense de Monzón, utilizando sus tres plantas para el cultivo indoor de marihuana para garantizar una producción continua de cannabis.

En el registro practicado en este edificio los agentes constataron que contaba con una completa instalación con todos los elementos de ventilación, riego y climatización necesarios para favorecer el crecimiento de las plantas, con las condiciones óptimas de calor y humedad.

La organización proveía el suministro eléctrico de estas instalaciones mediante enganches ilegales a la red eléctrica pública, que soportaba una potencia cinco veces mayor a la de un consumo familiar y creando una situación de peligro debido a la estado defectuoso de estos enganches.

Durante esta intervención los agentes detuvieron al operario que en esos momentos se encontraba custodiando la plantación y se incautaron de 187 plantas.

CHALET

El secado de la marihuana recolectada en las plantaciones y la preparación de la misma para su distribución se llevaban a cabo en un chalet ubicado en una partida de Lérida en el que, además, los líderes de la organización habían establecido su centro de operaciones y de reuniones.

Durante el registro efectuado en la vivienda, la Policía detuvo a los dos líderes de la organización, así como a uno de los operarios destinados a la plantación en el bosque, y ha aprehendido 107 kilogramos de cogollos de marihuana.