Lisboa, una ciudad con vistas

  • La capital potuguesa brilla desde las alturas.
  • Disfruta de aperitivos de oporto branco rebajado con tónica.
  • No te pierdas el mirador de la terraza del muelle del Tajo.
De brunch en el hotel Bairro Alto.
De brunch en el hotel Bairro Alto.
C.H.
De brunch en el hotel Bairro Alto.

Las terrazas se resisten a abandonar el día a día de la capital lusa, una ciudad donde el invierno vive salpicado de jornadas azules amarilleadas por el sol. Aunque todas ellas ofrecen aperitivos de oporto branco rebajado con tónica y ambiente distendido, sólo desde algunas se pueden divisar las mejores vistas lisboetas.

El invierno vive salpicado de jornadas azules amarilleadas por el sol

Una de ellas es la del restaurante Casa do Leao, muy frecuentada por los turistas a causa de su enclave, en el Castillo de San Jorge.

Desde su baranda se puede degustar el menú más amplio: las laberínticas calles de Alfama, los tejados de la rua de la Madalena, los rascacielos edificados en la década de los 80 al este del municipio y el puente 25 de abril.

A partir del mediodía, y sobre todo al atardecer, es el hotel Bairro Alto –en la zona de moda de Lisboa– el que atrapa a los locos por las alturas. El establecimiento dispone de una azotea donde se disfruta de puestas de sol mágicas sobre el Tajo, atmósfera chill out y de un sándwich o un cóctel a precios muy asequibles. Los fines de semana soleados también sirve un brunch sencillo por 14,5 euros.

Para almorzar, y sólo para bolsillos saneados, el céntrico hotel Tivoli Lisboa , en la avenida da Liberdade, alberga en su último piso el recién inaugurado restaurante Terraço.

Al aire libre o a cubierto

Cuenta con un espacio descubierto y otro con zona acristalada. De lunes a viernes ofrece menú (45 euros) a cargo del chef luso Luís Baena. De cuando en cuando este creador de los sorbetes-bomba rellenos de nitrógeno organiza allí maridajes donde expertos y curiosos se reúnen para probar cocina de autor y vinos de la región.

Si la tarde te sorprende en el barrio de Belém, el mirador de la terraza del muelle del Tajo y la del Á Margen son el mejor observatorio para ver como la torre de Belém muda del blanco al rojo plomizo.

Y de noche..

El restaurante Bica do Sapato (Av. Infante DomHenrique) brinda a los noctámbulos otra perspectiva del Tajo. Envuelto en diseño y con una carta que mezcla comida italiana, japonesa y portuguesa con tintes vanguardistas, permite acercarnos a una Lisboa a laúltima a un precio que ronda los 40 euros.

Más interesante que su comida, es su enclave sobre el río y su gran mirador.

A unpaso, en el edificio contiguo, se alza una de las discoteca más prestigiosasde la ciudad, Lux. Ésta es fácilmente reconocible por las grandes piernas femeninas que franquean su puerta principal. Por supuesto, también tiene una interesante terraza.

CÓMO LLEGAR: 

Encontrar vuelos baratos a Lisboa es posible si se compra con la debida antelación. La aerolínea Vueling ofrece trayectos de ida y vuelta desde Madrid y Barcelona a partir de 60 euros. Iberia viaja desde otras ciudades a partir de 105 euros.

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