La Audiencia de Jaén juzga este jueves a un vecino de Linares (Jaén), S.C.M., de 40 años, para el que la Fiscalía pide 16 años de prisión y la inhabilitación durante 20 años para la patria potestad, así como 20 años de alejamiento y prohibición de comunicado con la víctima y sus dos hijos, tras acusarle de agredir a su pareja, de 36 años y dejarla en un silla de ruedas con graves secuelas de por vida.

Mujeres convocadas por Acción Feminista de Linares se han concentrado en las puertas de la Audiencia para pedir justicia y mostrar su apoyo a la mujer que se ha quedado en silla de ruedas después de que su pareja supuestamente la agarrara por el cuello y le provocara un ictus como consecuencia de una disección arterial de la carótida interna.

"Esperamos que se haga justicia y que como mínimo se cumpla lo que pide la fiscal", ha dicho la portavoz de Acción Feminista, María Latorre, que ha reclamado también que la condena incluya el destierro de Linares del acusado cuando salga de prisión. Por su parte, la defensa ha abogado inicialmente por la libre absolución.

Fiscalía destaca en su escrito que la víctima necesita ayuda de terceras personas y es incapaz de "realizar su trabajo y vida diaria". Asimismo, destaca que "todas estas secuelas" repercuten en la vida diaria de sus dos hijos, actualmente de 12 y 17 años, y que "han visto mermada su calidad de vida futura ya que su madre no podrá hacerse cargo de ellos, ni desde el punto de vista económico ni tampoco personal, puesta que es ella la que precisa de ayuda constante para cualquier actividad cotidiana que precise realizar".

Durante diez meses, la mujer ha permanecido ingresada en diferentes centros hospitalarios, pero las consecuencias de la agresión le ha supuesto problemas para hablar y merma severa de movilidad y de la sensibilidad, además de trastorno ansioso-depresivo, entre otras graves secuelas.

"No van a pagar lo que han hecho a Fany en la vida, pero por lo menos se haga justicia en lo posible", ha dicho Lattorre junto a un grupo personas que se han concentrado con pancartas y camisetas coincidiendo con el día del juicio.

Concentración en Linares

No es la primera vez que se ha movilizado el movimiento feminista en este caso. Ya en julio de 2018 cuando Fany se debatía en la UCI entre la vida y la muerte, convocaron una concentración multitudinaria en Linares para mostrar su rechazo a la violencia de género y también su solidaridad con esta mujer, muy conocida en el municipio donde trabajaba en una tienda de chucherías.

Fany, de 36 años, ha declarado por videoconferencia asistida por una psicóloga. Con simples noes y síes, ya que su capacidad del habla también está afectada, ha confirmado once años de malos tratos con episodios de agresiones, insultos y un control férreo por parte del acusado que le impedía relacionarse con su familia y su círculo de amistades.

Por su parte, el acusado, de 31 años, ha negado cualquier tipo de agresión y lo máximo que ha reconocido han sido discusiones frecuentes en el último año de relación y episodios de "forcejeo".