Degollada, golpeada y abandonada. Así encontró una pareja de Madrid a Inka, una perrilla blanca de 4 años que ha tenido que recibir curas de urgencias y cirugía reconstructiva para poder sobrevivir.
En el momento en el que fue recogida por la organización proteccionista El Refugio, el animal presentaba una herida de casi 3 centímetros de profundidad que desprendía "un tremendo olor a putrefacto", según ha informado la asociación. En la herida aún tenía incrustado el cordón de zapato con el que intentaron matarla .
"El caso de Inka es terrorífico, presenta todos los indicios de haberle intentado castigar, pero por suerte consiguió escapar", explica Nacho Paunero, presidente de El Refugio, en cuya web puede verse un vídeo del estado de Inka cuando fue encontrada.
"Ahora lo mas importante es que se reponga de sus lesiones y que alguien quiera adoptarla y le de una segunda oportunidad", añade.
Aunque desde la asociación señalan que Inka ya está totalmente recuperada, de momento permanece ingresada en la Clínica veterinaria a la espera de encontrar un hogar. Quien esté interesado en adoptarla, puede hacerlo llamando al teléfono 91 730 36 80.
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