Kim Kardashian es muy conocida por su figura de reloj de arena tan pronunciada, a veces conseguida gracias a la intervención de un profesional. Sea como sea, empresaria tiene un cuerpo muy curvilíneo, y es algo que le encanta acentuar.

Muchas veces se ha visto a la piedra angular de las Kardashian lucir algún que otro corsé para lograr su silueta, pero el que más impresionó de todos fue aquel que llevó para la Gala del MET el año pasado que le consiguió una cintura diminuta.

Después de algo más de un año, Kim ha revelado lo que llevaba debajo de ese vestido, un corsé del diseñador Mr. Pearl. Aunque según ella, no guarda un buen recuerdo de la experiencia, ya que estaba mal colocado y, según dijo a la revista WSJ, "Nunca había sentido un dolor así en mi vida".

Otra de las confesiones fue que aquel diseño le había dejado marcas en el torso y que tuvo que tomar clases de respiración antes y después del evento. Por esto mismo, han saltado las alarmas entre sus fans al ver una de las nuevas publicaciones que la celebrity ha subido a Instagram: un nuevo vídeo con el corsé puesto, dando como resultado la cintura minúscula de nuevo.

"No sé de qué estáis hablando... es aterrador. Ella tiene una belleza natural, pero todas estas "mejoras" queda muy desproporcionada...", "Vamos, esto no puede ser normal o cómodo, deja de enviar el mensaje equivocado a las mujeres jóvenes, pueden hacerse daño aplastando sus entrañas así", o "Una representación horrible de la mujer y la imagen corporal", fueron algunos de los comentarios que recibió el vídeo.

La publicación ha tenido tanto muchos comentarios positivos como negativos, y es que los fans se han preocupado tanto por la gran influencia que tiene Kim para convertir esa figura imposible en un canon inalcanzable con salud como por los grandes riesgos que ese corsé entraña.

Sus seguidores no andan desencaminados, ya en 1874 se publicó una lista de 97 enfermedades atribuidas al uso del corsé, incluyendo estados alterados de histeria y melancolía.

Este artilugio modifica la posición de los órganos, complicando que funcionen adecuadamente. Por ejemplo, al comprimir el torso hace que las costillas flotantes se cierren, comprimiendo los pulmones, el estómago y parte del aparato digestivo, reduciendo la capacidad pulmonar, intolerancia a ciertos alimentos, reflujo, indigestión, estreñimiento, mareos...

También provoca que la musculatura abdominal y de la espalda se acostumbre a la opresión y sujeción del objeto, haciendo que vaya perdiendo fuerza y tonificación y que pase a depender del corsé para poder mantenerse erguido.

Pero esto no se queda aquí, tambien afecta gravemente al sistema nervioso, ya que comprime el nervio femorocutáneo, que lleva información a la pierna y, si se daña, produce adormecimiento, parestesias y dolor en el área, pudiendo haber hiperestesia o disestesia y, a veces, zonas de anestesia.

También produce dificultades para el embarazo con la gran probabilidad que este acabe finalmente en un aborto, incluso aunque no se lleve puesto. Esto es debido a que los órganos reproductores están deformados y es difícil que funcionen adecuadamente.