Hace algo más de una semana, la revista ¡Hola! sacaba en portada que Nieves Álvarez volvía a creer en el amor a raíz de unas fotografías en una playa de Ibiza bebiendo vino tinto y en actitud muy cariñosa con un hombre maduro, pelo y barba canas. Él es Manuel Broseta Dupré y ha hecho olvidar a la modelo su divorcio en julio de 2015 del fotógrafo italiano Marco Severini, con quien llevaba 20 años juntos, 12 de ellos casados.

Aunque en 2018 se relacionó a la madrileña con Nicolás Saad, un empresario mexicano, lo cierto es que ella misma llegó a afirmar que no tenía pareja porque era "un alma libre". Pero Broseta la ha acompañado a la isla pitiusa, lugar al que se ha desplazado por trabajo, y eso significa palabras mayores.

Manuel Broseta es un abogado valenciano de 53 años con bastante prestigio, llegando a ser uno de sus clientes ni más ni menos que Juan Roig, el empresario y presidente de Mercadona. Además, se mueve entre la jet set mediterránea y sus negocios se extienden por todo el territorio nacional.

Lo primero que hay que saber de él es que es hijo de Manuel Bruseta Pont, político y abogado que llego a ocupar un escaño (por Valencia) del Senado entre 1979 y 1982. Militaba en las filas de la UCD de Adolfo Suárez, llegando a ser Secretario de Estado para las Comunidades Autónomas.

Sin embargo, con la retirada de Suárez, él también decidió alejarse de la primera línea política para poner el foco de su actividad en su despacho, el mismo que ahora dirige su hijo. Manuel Broseta Pont fue asesinado por miembros del comando Ekaitz de ETA el 15 de enero de 1992 a las puertas de la Facultad de Derecho de Valencia, Departamento que ahora lleva su nombre.

Este hecho marcó la adolescencia del nuevo novio de Nieves Álvarez, que se licenció en Derecho por la Universidad de Valencia (donde sería profesor asociado de Derecho Mercantil de 1996 a 2000), siéndole concedido un Premio Extraordinario de Licenciatura.

Un curriculum impecable

Tras ello realizó varios y másteres, no solo en Barcelona y Madrid, sino en Brujas (Bélgica), en las universidades de Georgetown y Harvard (Estados Unidos) y en el King’s College de Londres. Por todo ello habla con fluidez inglés y francés, amén de español y valenciano.

Actualmente, su nombre aparece asociado en el Registro Mercantil a multitud de empresas no solo en Valencia, sino también en Madrid y Murcia. Además, dichas compañías no solo se dedican a la abogacía, sino también a la explotación del agua, la industria ganadera y la gestión inmobiliaria.

Todo ello comenzó cuando entró, en 1992, en el despacho Uría Menéndez. Solamente dos años más tarde entraría a trabajar en el bufete que su padre fundó en 1975 y del que hoy es responsable, habiendo pasado de 5 a 300 empleados y con un activo de 23 millones y medio de euros.

En el último ejercicio, el de 2018, Broseta Abogados SLP informa de unos ingresos de algo más de 20 millones en el último ejercicio. Posee sedes, además de las de Madrid y Valencia, en Zurich (Suiza) y Lisboa (Portugal) y ha realizado operaciones en más de 35 países.

Nombrado en 2007 Mejor Abogado 40 under 40, un premio que concede la revista Iberian Lawyer, dos años después era reconocido como profesional destacado en Corporate / M&A por la publicación digital Best Lawyers así como recibía el Premio al Liderazgo en Servicios Profesionales, del portal de noticias financieras Economía 3.

Por último, tiene una enorme lista de cargos, que van desde la presidencia de la Fundación Conexus (que estrecha lazos entre las comunidades madrileña y valenciana), hasta ser miembro de los consejos del Comité Ejecutivo de la APD (Asociación para el Progreso de la Dirección), de los Asesores de Suez y Stadler Rail, del I+D+i de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), de la Cámara de Comercio Francesa y de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) o pertenecer al Club Español de Arbitraje.

Su vida familiar

Manuel Broseta también participa activamente en Broseta en la Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València, así como la ídem sobre el Control del Fraude Fiscal y Prevención del Blanqueo de Capitales de la Universidad de Granada. Y no lo hace solo.

Sus dos hermanos, Bruno y Pablo, son grandes apoyos. El primero, doctor en Economía por la Universidad de San Diego de California, no solo es director del Executive MBA en la Universidad Europea de Valencia y asesor sobre Transformación Digital en la empresa de implantación tecnológica Nunsys, sino también vicepresidente del Patronato de la Fundación Profesor Manuel Broseta.

De dicha fundación también forma parte Pablo, excónsul de Francia en Valencia y Castellón desde 2010 hasta 2016. Pablo ha formado parte de la trama del caso Palau al ser el administrador de la sociedad Radcliffe, que actuaba de intermediaria, por lo que el año pasado el fiscal pidió para él siete años de prisión.

La relación con Ibiza de la nueva pareja, a sus 46 años, de Nieves Álvarez, no es nueva: en 2017 se casaba con Ana Díaz Reja, directora adjunta de Business Initiatives Consulting (Biconsulting), una filial de su bufete, y pocas semanas después celebraban una fiesta ibicenca con 150 invitados en Sant Jordi.