Al término de los encuentros, que se han celebrado entre este jueves y hoy, la consejera ha afirmado ser "plenamente consciente" de que el cumplimiento de las medidas de prevención es "especialmente complicado" para este alumnado.

Por ello, equipos directivos y Administración educativa analizarán "centro a centro y caso a caso" qué necesidades específicas es necesario cubrir.

Por otra parte, ha considerado que la suspensión de la docencia presencial desde mediados de marzo ha supuesto una "especial dificultad" para este alumnado y sus familias. "Se ha roto la rutina a unos alumnos que la necesitan más que ningún otro", ha dicho Lombó, para quien es una "prioridad" garantizar una docencia "totalmente presencial" para estos centros a partir del 7 de septiembre, fecha de inicio del próximo curso.

"El desafío es muy importante, pero hemos de garantizar una docencia presencial con el cumplimiento de todas las medidas de prevención necesarias", ha dicho.

Este curso en Cantabria hay 424 alumnos en doce centros de Educación Especial de distinta titularidad. Algunos de ellos son centros exclusivos de Educación Especial, mientras que otros son aulas de educación especial dentro de centros ordinarios.

Del total de alumnos, 78 participan en lo que se llama educación combinada, es decir, están adscritos a dos centros, uno ordinario y otro de Educación Especial, y alternan sus jornadas lectivas entre ambos.