De Colón a Joan Güell: el pasado colonial y esclavista de Barcelona, a debate

El monumento a Colón de Barcelona.
El monumento a Colón de Barcelona.
ACN
El monumento a Colón de Barcelona.

Con la retirada de la estatua del esclavista Antonio López i López en 2018, el monumento a Cristóbal Colón se erige actualmente como el ejemplo más obvio —y, por lo tanto, más cuestionado— del pasado colonialista de Barcelona. Inaugurado durante la Exposición Universal de 1888, el complejo escultórico dedicado al explorador genovés y la conquista de las Américas ha sido un símbolo de la ciudad raramente cuestionado. 

Pero, a raíz de las protestas antiracistas en los Estados Unidos y el derribo de estatuas de colonizadores, la posibilidad de retirar la escultura de Colón ha tomado suficiente fuerza como para que la alcaldesa Ada Colau se refiera; eso sí, para descartar quitarla, asegurando que es "un icono de la ciudad para bién y para mal".

Expertos consultados se debaten entre derruir la escultura o mantenerla para revisar su significado, y coinciden en que la herencia del colonialismo y la esclavitud están más estrechamente ligadas en la capital catalana que cualquier monumento.

"El sistema colonial sigue funcionando con las deportaciones y las muertes en las zonas de frontera"

La artista y activista peruana Daniela Ortiz explica que el monumento es una "muestra de agradecimiento" a Colón porque "es quien inicia el camino que permite el enriquecimiento de Europa a partir de la explotación de los pueblos del sur". Niega que la población blanca no sepa qué representa la estatua dedicada a Colón o a otras figuras claves del colonialismo: al contrario, cree que hay "una relación de admiración" porque "los europeos saben que se han beneficiado y siguen beneficiándose" del sistema que estos forjaron. 

Ortiz, que ha dedicado parte de su obra a conectar el sistema colonial con sus  ramificaciones más contemporáneas, asegura que este sigue funcionando "con las muertes en las zonas de frontera, con las deportaciones, la persecución de la venta ambulante, etc." "Es un monstruo inmenso", dice, "y los monumentos son parte de este monstruo".

Hace una semana, la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, propuso la retirada del monumento a Colón y más tarde se retractó. La CUP es el único grupo municipal que ha defendido en repetidas ocasiones apartar la escultura. Pero Ortiz cree que "resguardar la estatua en un museo" no sirve para acabar con su simbolismo. Ella va más allá y apuesta por "tumbarla, vandalizarla y marcar un hito histórico para demostrar que esto se ha acabado".

"No borrarlas del espacio público y contextualizarlas"

El historiador Oriol López también cree que "hay que revisar en el nomenclátor los monumentos dedicados a personas vinculadas con el tráfico de esclavos o el colonialismo", pero apuesta por "no borrarlas del espacio público y contextualizarlas, explicándolas muy bien a la ciudadanía". López, impulsor de la primera ruta turística centrada en el legado esclavista de la ciudad, propone hacer "intervenciones artísticas que den una nueva explicación" a aquellas figuras históricas percibidas como problemáticas.

El historiador Oriol López ante la estatua dedicada a Joan Güell en Barcelona.
El historiador Oriol López ante la estatua dedicada a Joan Güell en Barcelona.
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La ruta esclavista, impulsada por el Observatori Europeu de Memòries de la Universitat de Barcelona, que se ofrece al público a través de la asociación Conèixer Història, acaba el recorrido en el pedestal donde hace dos años se alzaba la escultura de Antonio López i López (la plaza, situada al final de la Via Laietana, todavía mantiene el nombre del que fue el primer marqués de Comillas). El otro gran nombre propio de la ruta, más presente en el imaginario colectivo catalán que López i López, ha conseguido esquivar la controversia: Joan Güell.

El otro gran nombre propio de la ruta, 
más presente en el imaginario colectivo catalán que el esclavista López i López, 
ha conseguido esquivar la controversia: 
Joan Güell.

“Es sabido que [Güell] tenía plantaciones de algodón en Cuba", explica López. Aunque la implicación directa de Güell en el tráfico de esclavos no está tan contrastada como la del su contemporáneo negrero, está "sobradamente demostrado" que en sus plantaciones trabajaban de manera forzada esclavos venidos de África. La relación entre los dos "indianos" va más allá: la hija de López, Isabel, se casó con el hijo de Güell, Eusebi. La pareja se fue a vivir al Palau Güell, obra de un arquitecto que encontró en Eusebi a su mecenas más célebre: Antoni Gaudí.

La relación entre los dos "indianos" va más allá: la hija de López, Isabel, se casó con el hijo de Güell, Eusebi. La pareja se fue a vivir al Palau Güell, obra de Gaudí

Una memoria "incómoda"

Según López, fijarse en el pasado de Barcelona —tal como lo hace la ruta esclavista— sirve para conocer los vínculos entre la expansión de la ciudad y las fortunas que procedían de las colonias americanas: "Los grandes nombres de la burgesía catalana de aquella época invirtieron estas fortunas hechas en las colonias en la expansión de la ciudad: nuevas industrias, nuevos bancos, fábricas, la construcción del Eixample". López reconoce que es una "memoria incómoda", pero cree que "estamos obligados a explicarla".

"Estas familias siguen siendo poderosas"

La doctora por la Universitat Pompeu Fabra i profesora en la Universidad Nacional de Australia, Karo Moret, explica que "muchas de estas familias siguen siendo poderosas, pero han sabido recogerse y ahora la gente ya no sabe qué cara tienen". 

Estatua dedicada al empresario esclavista Joan Güell en el cruce entre la Rambla Catalunya iy la Gran Via de les Corts Catalanes de Barcelona.
Estatua dedicada al empresario esclavista Joan Güell en el cruce entre la Rambla Catalunya iy la Gran Via de les Corts Catalanes de Barcelona.
ACN

Moret, que ha vivido 25 años en Barcelona, duda "profundamente" que estatuas como las de Colón o Güell sean retiradas. "Es una parte de Barcelona que no se conoce", y añade, con ironía: "Barcelona es próspera porque es fantástica, porque los barceloneses son unos emprendedores impresionantes. 

"Si esto no se incorpora a la historia de Cataluña no hay nada que hacer"

Moret, que investiga la influencia de la cultura africana en el conocimiento occidental, también cree que los monumentos dedicados a colonizadores han de retirarse porque "no son ejemplo de nada", pero asegura que lo más urgente es corregir el relato histórico hegemónico en las instituciones educativas. "Sigo sin entender que esto no se explique de manera general y normativa en la universidad", dice, y critica a la gente con estudios de máster y superiores que aún se refieren a Güell y a  otros "indianos" como "emprendedores fabulosos". Y añade: "Si esto no se incorpora a la historia de Cataluña, no hay nada que hacer".

Un cartel del monumento a Colón en Barcelona con una pintada con el lema del movimiento Black Lives Matter.
Un cartel del monumento a Colón en Barcelona con una pintada con el lema del movimiento Black Lives Matter.
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