Hora de repensar las artes escénicas después de la pandemia

  • Varios estudiantes convocados por la Escuela Superior de Música Reina Sofía reflexionan sobre el futuro cultural.
Espectáculo musical de magia en la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
Espectáculo musical de magia en la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
ESMRS
Espectáculo musical de magia en la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
Las artes escénicas, como el resto de sectores culturales, se han visto obligadas a detener su actividad por culpa del coronavirus durante varios meses y todavía se plantean muchas incertidumbres sobre el futuro del sector.

El sector cultural ha sido uno de los más afectados por la covid-19. No solo por el hecho de que el estado de alarma obligase a cerrar los espacios teatrales y tantas otras empresas culturales, sino porque, además, la falta de ayudas públicas específicas para la industria ha impedido hacer frente de manera conveniente a los efectos provocados por la pandemia. 

Y aunque todavía es pronto para valorar sus efectos, el futuro inmediato es claramente incierto, más cuando la escena cultural todavía arrastra las secuelas que la crisis económica de 2008 dejó en ella.

Con la intención de repensar los retos y las oportunidades que atraviesan las artes escénicas, el papel esencial que juegan en nuestra sociedad, así como las posibilidades que ofrecen la digitalización o el cooperativismo, el Programa de Emprendimiento, Liderazgo e Innovación de la Escuela Superior de Música Reina Sofía ha convocado a alumnos de diversas instituciones nacionales. Un total de 17 estudiantes reflexionan sobre estas cuestiones y sus voces quedan recogidas en un vídeo que puede verse en la web de 20minutos

Para ampliar sus voces, Julia Sánchez, CEO de la escuela, y cuatro de ellos comparten sus opiniones sobre diversos aspectos:

Retos y oportunidades

Julia Sánchez, CEO de la Escuela Superior de Música Reina Sofía: "El principal reto a corto plazo es resolver la cantidad de cancelaciones que han tenido lugar. Muchos artistas han quedado en situación de precariedad personal. A medio y largo plazo, las restricciones de aforo pueden amenazar la sostenibilidad de muchas instituciones que se financian mediante la taquilla. Además, la aceleración en el proceso de digitalización puede hacer más superficial la transmisión del arte. Por último, existe el riesgo de que la administración no priorice las artes escénicas y no tenga en cuenta su carácter de bien fundamental. En cuanto a las oportunidades, por un lado, este es un buen momento para tomar conciencia de la relevancia de la cultura como elemento cohesionador, como derecho fundamental recogido en la Constitución y como factor imprescindible para la reconstrucción moral de la sociedad. Por otro lado, si superamos los riesgos que he señalado, la digitalización va a permitir que más personas tengan acceso a la cultura y va a facilitar el desarrollo de conceptos innovadores y nuevos formatos".

Cooperativismo

Miguel Angel Rego Robles (guitarra), Conservatorio de Flamenco Fundación Casa Patas: "Recuerdo cómo hace años las diferentes bandas de música que coincidían en los locales de ensayo organizaban sus propios festivales para dar visibilidad a su trabajo. Por aquel entonces, se cedían o alquilaban escenarios más grandes e, incluso, se abrían los propios locales de ensayo para actuar allí mismo. En un viaje a Buenos Aires observé esas mismas experiencias de manera consolidada, quizá por la agudización de la crisis económica provocada por el gobierno de esa época. Parece que, según ha ido pasado el tiempo, hemos dejado en manos de organizadores, empresarios y otros profesionales que han ido emergiendo desde hace una década esta labor que antes se autogestionaba. Sin embargo, hay salida más allá de que nos ofrezcan una oportunidad y consiste en buscarla con la gente con quien compartimos trabajo. Se podrían alquilar espacios autogestionados que ofrezcan los mismos servicios que un tablao: la restauración, el servicio de bar y el espectáculo. También convendría reforzar la apertura de los locales de ensayo al público".

Digitalización

Ana Nicolás (percusión histórica), Escuela Superior de Música de Catalunya: "En los últimos meses, la tecnología ha sido imprescindible para que podamos seguir disfrutando de la cultura a pesar del confinamiento, como espectadores virtuales, pero también como artistas. Sin embargo, la relación entre las artes escénicas y el contexto en el que se desarrollan (el escenario y lo que lo envuelve) son inseparables. Es decir, un concierto a través de un directo de Instagram se parece más a una grabación de un directo que a asistir a un espectáculo en un recinto. Y aunque las herramientas digitales amplían las posibilidades de interacción con el público y su implicación, a veces tengo la sensación de que cuando se ‘consume’ cultura a través de una pantalla, sobre todo cuando es gratis, se nos olvida que esta tiene un valor. Por mi parte, espero que después de este período que nos ha tocado vivir, en el que para la mayoría las expresiones artísticas han sido una vía de escape a la monotonía, se revalorice la cultura económicamente. Puede que no sea poético ni bonito, pero mi alquiler no lo paga la autenticidad de mi obra".

Ayuda pública

Samuel Palomino (viola), Escuela Superior de Música Reina Sofía: "La cultura es uno de los sectores más afectados ahora mismo con la llegada de la covid-19. A las dificultades que ya tenemos los artistas en general para la obtención de contratos con todos los beneficios que ofrece la ley, se suma una lista interminable de centros que no ofrecen ningún tipo de sostenibilidad en el tiempo para socorrernos en situaciones como la que estamos viviendo actualmente. En España existe un número elevado de artistas que no pueden acceder a las ayudas dictaminadas por el ejecutivo nacional. En mi caso, por ejemplo, yo acababa de empezar mi periodo de prueba en la Orquestra Sinfònica del Gran Teatre del Liceu, razón por la cual no me vi afectado como el resto de mis colegas. Sin embargo, me llena de bastante tristeza que algo tan puro y esencial como el arte para nuestro correcto desarrollo como individuos, sea tratado de esta manera. Como dijo Alberto Assa, ‘No habrá desarrollo sin educación, ni progreso sin cultura’ y es que, como reza el dicho, ‘Un pueblo que se identifica en su cultura, es un pueblo invencible’".

Valor esencial

Ana Ferraz (flauta), Escuela Superior de Música Reina Sofía: “Las artes escénicas funcionan como aglutinadoras y catalizadoras de la diversidad social y nos ayudan a construir identidades y personalidades saludables dentro de la sociedad moderna en la que vivimos. Son muy importantes para quebrar las barreras de las diferencias culturales. En otras palabras, sirven para unirnos más, para aprender unos de otros, pues la cultura y la sociedad siempre han estado directamente conectadas. Las artes escénicas son una parte fundamental en el fortalecimiento del bienestar y de la libertad que querríamos alcanzar. Nos ayudan a razonar, a comprender y a imaginar. Y, particularmente, la música tiene un gran poder en la sociedad, pues su impacto emocional es innegablemente evocador y sanador. Hay una frase del filósofo Arthur Schopenhauer con la que no podría estar más de acuerdo: ‘La música expresa la filosofía más elevada en un lenguaje que la razón no comprende’. Por otra parte, no hay que olvidar su poder para atraer visitantes, funcionar como catalizador urbano y potenciar el tejido económico del territorio en el que se desarrolla”.

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