La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha reclamado al Ayuntamiento una actuación "más amplia" para atender a las personas sin hogar, garantizar plazas suficientes y equipamientos especializados para atender a los diferentes colectivos de manera adecuada, tal como se ha hecho durante el confinamiento mediante la habilitación de espacios para mujeres, hombres y jóvenes.

Es una de las recomendaciones que se recogen en el estudio de la defensora, llamado 'El sinhogarismo en la ciudad de Barcelona', sobre la atención a las personas sin hogar en la ciudad durante 2018 y 2019, que ha contado con la participación de la Fundación Pere Tarrés, ha informado la Síndica este jueves en un comunicado.

En el informe, se señala la necesidad de mejorar la interlocución con el vecindario de los espacios donde se manifiestan quejas por la presencia de personas sin hogar para "contribuir a rebajar el estigma de este colectivo".

También hace énfasis en la importancia de centrar esfuerzos en la detección y prevención de los estados previos al sinhogarismo, cuando las personas o familias se encuentran en situaciones límite, y en incentivar la colaboración y la coordinación entre los servicios municipales y las entidades del tercer sector, "que debe ser fluida, ágil y eficaz".

La Síndica ve imprescindible implicar a todas las administraciones en el desarrollo de estrategias de prevención, atención y lucha contra la situación de las personas sin hogar, e incide en la urgencia de revisión y mejora de los mecanismos de control y supervisión de los centros de acogida, comedores, centros de día y otros servicios.

Para la Síndica es necesario que en el periodo 2020-2021 se realice la evaluación del Pla de Lluita Contra el Sensellarisme de Barcelona 2016-2020, para determinar los objetivos conseguidos.

Casos del recuento de la XAPSLL y del SISMO

La Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar estimaba, con datos del SIS Detecció, que en 2008 había 562 personas durmiendo en la calle en la ciudad de Barcelona. En el año 2015 eran 709 y en 2018 unas 956. Si a estos datos de personas que viven en la calle se suman otros como las personas que duermen en recursos públicos o en asentamientos, la cifra para 2018 de personas con un hogar no adecuado llega a 3.600 personas en la ciudad de Barcelona.

Para el estudio del Servei d’Inserció Social Medi Obert son 2.452 personas las que duermen en la calle en Barcelona o las que pasan el día en la vía pública. Un 43,7% de estas personas están registradas y se conoce su nombre y apellido. En cuanto a la distribución por sexos, el 86,6% de estos casos son hombres y el 13,4% son mujeres. La edad de las personas sin hogar se concentra, principalmente, entre los 36 y los 55 años, con una media de edad de los 43,5 años.

Personas sin hogar durante periodos largos

Según el estudio de la Síndica, las personas que sufren exclusión residencial pasan por diversas tipologías de hogar en su trayectoria. La situación de partida, dicen en el informe, es determinante. Es decir, que los sucesos vitales que le han ocurrido o su percepción de la situación son muy importantes. En el avance de los casos también juegan un papel muy importante la ruptura de vínculos o si padecen un problema de salud mental.

Las personas entrevistadas afirman que la calle les genera situación de libertad, una paradoja teniendo en cuenta el riesgo de violencia e inseguridad bajo el que viven. Según el censo de 2018 de Arrels Fundació, un 30,5% de las personas afirmaban haber sufrido agresiones físicas o verbales.

Mujeres sin hogar

En el documento 'El sinhogarismo en la ciudad de Barcelona' se recoge que los recursos que se plantean ahora mismo para hacer frente a la situación atienden a las necesidades masculinas, sin cuidar recursos específicos para las mujeres y sin tener en cuenta hechos imprescindibles como el acceso a la higiene íntima, teniendo que solicitarla explícitamente con la humillación que puede suponer. Además, las problemáticas y las soluciones no son las mismas. Hay que visualizar, por ejemplo, el caso de la violencia como un problema grave en las mujeres sin hogar.

Otras ciudades como ejemplo

Algunas ciudades europeas han buscado modelos alternativos para parar el problema. En el caso de Manchester, en el año 2015 se estableció la Manchester’s Homelessness Charter, con grupos de acción entre organizaciones y personas afectadas. Las personas que han vivido una situación de no tener un hogar y que ahora forman parte del apoyo son protagonistas, sirviendo como modelo y referencia para salir de la situación. Ahora hay un programa de 2018-2023 donde pretenden aumentar la prevención y mejorar el alojamiento temporal para que sea un acción positiva.

En Lisboa, por ejemplo, la oferta pública de vivienda es del 20%. Además, se sigue el sistema del Housing First, que pretende que las personas sin hogar tengan la elección y el control. Con equipos de profesionales sociosanitarios y voluntarios intentan empoderar a la persona con la participación progresiva en algunos aspectos, como las responsabilidades para tener un buen ambiente con los vecinos o el pago del 30% del alojamiento. El programa lleva funcionando desde 2009 y tiene una buena tasa de satisfacción de usuarios.

Para la Síndica es necesario que en el periodo 2020-2021 se realice la evaluación del Pla de Lluita Contra el Sensellarisme de Barcelona 2016-2020, para determinar los objetivos conseguidos. Hay que poner el foco, recoge en el informe, en la prevención, ya que hay gente que está en una situación límite aunque cuente con un techo.