La medida, aprobada este lunes en junta de gobierno local, está tomada por motivos de seguridad ante la pandemia de la Covid-19 para esta velada que cada año da la bienvenida al verano.
Cullera es una de las ciudades costeras que más gente concentra en noches como esta, con lo que "sería imposible hacer cumplir las normas de distanciamiento social y garantizar la seguridad sanitaria que requiere un momento como este".
"Lo que importa ahora es proteger la ciudadanía y el turismo, y por tanto tenemos que evitar estas fiestas masivas donde no podemos asegurar su protección", defiende el alcalde, Toni Mayor, en un comunicado municipal.
Para controlar el acceso a las playas habrá un dispositivo especial de la Policía Local que vigilará que se cumple la prohibición del encendido de hogueras durante la noche.
Se trata de una de las playas con más extensión, hasta más de 15 kilómetros de costa. Gran parte se concentran en zonas urbanas y otras, como la del Dosel y la del Mareny, forman parte del Parque Natural de l'Albufera.
Esto impide que se puedan garantizar las normas de prevención sanitaria impuestas para el uso de las playas, como el distanciamiento social e interpersonal o la distancia entre parasoles.
El Ayuntamiento advierte que será "contundente" en la aplicación de las prohibiciones, aunque Cullera ya tiene experiencia. Hace unos años prohibió el acceso a las playas naturales para protegerlas de las agresiones ambientales que ocasionalmente habían sufrido como consecuencia del descontrol de los asistentes a esta fiesta.
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