Esta información fue facilitada por el ministro de Defensa, José Bono, desde Herat (oeste de Afganistán) al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante una videoconferencia, según informaron fuentes del Ejecutivo.

No obstante, Bono insistió en su conversación con Zapatero en que, de momento, no se puede descartar ninguna hipótesis sobre la causa del siniestro.

Nada más llegar a Herat, el ministro se trasladó a la zona donde cayó ayer el helicóptero, a 22 kilómetros al sur de la localidad, acompañado por un grupo de expertos, mientras otros especialistas iniciaban las tareas de identificación en la base española, adonde anoche fueron trasladados los fallecidos.

El lugar del siniestro estuvo vigilado durante toda la noche por una sección de la Compañía de Respuesta Rápida del Ejército español, según explicaron fuentes de Defensa.

Las fuerzas españolas han iniciado una investigación para determinar las causas del siniestro, uno de los peores en los casi cuatro años de funcionamiento de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).

Fuentes del Ministerio español de Defensa indicaronque no se han producido novedades en la investigación, en la que se sigue sin descartar ninguna hipótesis, incluida la de que el helicóptero "Cougar" español fuera objeto de un ataque.

La comandante británica Andrea Polan, portavoz de la ISAF en Kabul, afirmó que se desconocía aún la causa del siniestro, pero que la fuerza multinacional consideraba como más probable la hipótesis del accidente.

"Todavía no sabemos con certeza lo que pasó, pero lo más probable es que el aparato cayese debido a un accidente y no a un ataque de fuerzas enemigas", dijo hoy la portavoz.

El ministro español de Defensa, que no descarta que el aparato se estrellase por un ataque exterior, se encuentra desde las 08.16 hora peninsular española en Herat, al frente de un equipo de investigación en accidentes aéreos, expertos en identificación y asesores jurídicos militares.

Nuevo reglamento, tras el Yakolev

Esta será la primera vez que se aplique el nuevo protocolo para la identificación, traslado e inhumación de los restos mortales de los miembros de las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía, por lo que se prevé que el equipo se quede varios días en Afganistán.

Este nuevo reglamento se aprobó tras la catástrofe del "Yakolev-42", el siniestro más grave para las misiones de paz del Ejército español.

Este accidente se produjo cuando el Yakolev ucraniano se estrelló en mayo de 2003 en Turquía con 62 soldados españoles a bordo, que regresaban a España después de prestar servicio también en Afganistán.

Arranca la campaña electoral afgana

Hoy comenzó la campaña electoral para los comicios legislativos afganos del 18 de septiembre, cuya seguridad en el área de Herat ha sido encomendada al contingente de más de 800 soldados españoles.

"Ellos están aquí para ayudar a la construcción democrática del país y es muy doloroso que pierdan su vida en ello, pero tenemos que seguir ayudando al pueblo afgano", dijo hoy Ana Rodríguez, una cooperante española que vive con su familia desde hace tres años en Kabul.

Ana Rodríguez afirmó que la comunidad española en Afganistán "tiene una excelente relación con los militares españoles, que siempre nos han atendido estupendamente cuando lo hemos necesitado, como cuando hemos tenido que acudir al hospital militar".

Por su parte, la ISAF expresó también sus condolencias a los familiares de los soldados fallecidos, pero aseguró que este triste suceso no alterará el compromiso de la Fuerza Internacional con Afganistán.

"Las tropas del Ejército Español estaban aquí trabajando para garantizar la seguridad del proceso electoral y, pese a lo ocurrido, la ISAF continúa comprometida a apoyar al Gobierno afgano y facilitar la celebración de los comicios", dijo la portavoz Polan.

Herat es la base del contingente de unos 850 soldados españoles en Afganistán, donde forman parte de la misión de la ISAF, unas fuerzas que operan bajo mando de la OTAN y con mandato de Naciones Unidas.

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