Se trata del cuarto libro escrito por esta segoviana de Navas de Oro, que trabaja como auxiliar de enfermería en la residencia de ancianos de Nava de la Asunción y que ha querido donar la recaudación de su útlimo trabajo al desarrollo de proyectos de investigación COVID-19 que se llevan a cabo en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IISA).

Una donación que ella enmarca dentro del Proyecto Solidario de Navas de Oro, un pueblo y su comarca, cuyo objetivo ha sido dotar de material de protección a los sanitarios y a quienes luchan en primera línea de batalla contra el Coronavirus.

Como ella misma ha relatado a Europa Pres, '¿Qué ocurre en la cocina mientras muero?' es una novela que combina erotismo y fantasía que edita 'Ediciones Derviche' y el título responde a una pregunta que se hace la protagonista mientras agoniza en la cama porque "escucha sonidos que no puede identificar, aunque está segura de que proceden de su cocina, una estancia que ella adora".

Bajo los efectos de la medicación, la protagonista no sabe "si es una fabulación o, por el contrario, está más cuerda que nunca" ha explicado Carmen García, quien relata que desde esta situación de dependencia, y a medida que pasan los días, "va haciendo una serie de descubrimientos inquietantes, hasta que una noche recibe una visita inesperada que le va a ofrecer algo imposible, dada la situación".

Esta autorra ha tardado un año en escribir esta su última novela ya que la la iba alternando con el borrador de otra, y es que, commo ella misma asegura, ' ¿Qué ocurre en la cocina mientras muero?' "es una fantasía" lo que le ha permitido tener la libertad de escribir "sin tener que consultar constantemente las fuentes".

Esta última novela, a la que se suman los tres títulos publicados por Carmen García Rodríguez, 'Uñas de gata', 'Tu gloria será eterna' y 'La Bienllevá', ya se puede adquirir en las librerías de Segovia y de la provincia, en la página web de la editorial y en librerías de Zaragoza.

Carmen García Rodríguez escribe desde que era joven, aunque entonces de forma intermitente, y no fue cuando sus hijos crecieron y dejaron de necesitar su atención cuando se lo tomó "un poco más en serio" hasta que una profesora de marketing le aconsejó que abriese un blog de erótica y así lo hizo.

Aquella decisión y aquel blog son "una buena experiencia" para esta autora, que reconoce, no obstante, que "la erótica cansa", al menos eso le pasó a ella por lo que para no encasillarse, se dedicó a escribir otras historias donde las motivaciones de los personajes eran otras, aunque el amor y el erotismo siempre están presentes porque cree creo que si se muestra esa faceta de los personajes "nunca serán redondos".