En un comunicado, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha explicado que "el aplazamiento está fundamentado en razones que se derivan de la declaración y vigencia del estado de alarma como medida fundamental para contener los efectos de la pandemia provocada por la covid-19".

Según ha apuntado, esta situación excepcional ha provocado, en primer lugar, la suspensión de procedimientos en contrataciones que "era necesario llevar a cabo para la correcta puesta en marcha y funcionamiento del edificio y de los servicios que se van a prestar en él".

A ello ha añadido que el funcionamiento de los servicios públicos ha sufrido un proceso de cambio en su normal funcionamiento, y que se plantea recuperar paulatinamente en los próximos meses.

MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Por último, ha explicado que las medidas de protección y seguridad personal implementadas para proteger de posibles contagios por el coronavirus, tanto a la ciudadanía como al propio personal que atiende estos servicios, aconsejaban el traslado de su apertura a este próximo otoño.

El nuevo edificio de Barroeta Aldamar, recuperado tras más de cuatro años de trabajos y una inversión superior a los 13 millones de euros, centralizará parte de los servicios que ofrece la Administración General del Estado en la capital vizcaína, con lo que se pretende "facilitar la relación de los ciudadanos con el Estado".

En él, se concentrarán las dependencias de la Jefatura Provincial de Tráfico, que incluirá una sala para practicar los exámenes teóricos de conducción -con lo que se evita el traslado hasta el monte Artxanda para realizarlos-; las de la Oficina Provincial de Extranjería; y las de Demarcación de Costas, Jefatura Provincial de Telecomunicaciones, Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), Sanidad Exterior, MUFACE y Dirección Territorial de Comercio en el País Vasco, ICEX y SOIVRE.