El supermercado cooperativo La Osa, que abrirá este otoño sus puertas en Madrid, se presenta como una alternativa interesante a los circuitos convencionales de producción, distribución y consumo tras la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19.

Proximidad, impacto ambiental, forma de producción y remuneración justa a los productores serán los criterios para seleccionar los productos que venderán en su nueva sede en el barrio de Tetuán.

Pero, sobre todo, se definen como "un proyecto colectivo que, bajo la forma de cooperativa, está construyendo una comunidad de socios que participan y se implican para que la crisis no afecte en la alimentación de quien más lo necesita".

Entre otras iniciativas, durante el estado de alarma han recogido donaciones de alimentos para colectivos vulnerables y han dado opción a sus socios cooperativistas de comprar productos a precio de coste. 

Presentación virtual

Coincidiendo con la festividad de San Isidro, patrono madrileño, este viernes tendrá lugar una presentación online de La Osa. Con una visita virtual guiada en 3D, la cooperativa enseñará las instalaciones de la ampliación de su sede física. Podrá seguirse en internet el 15 de mayo de 2020, a partir de las 18.00 horas, a través de este enlace.

Después de "casi 2 años de diseño, búsqueda de financiación, local y aprobación de permisos", tiene prevista su inauguración en el último trimestre del año en el madrileño barrio de Tetuán. El establecimiento contará con dos plantas repartidas en 800 metros cuadrados.

A imagen y semejanza de otros que ya existen en ciudades como Nueva York o París, en La Osa "el cooperativista es consumidor, copropietario y partícipe del proyecto", según explican sus impulsores.

No es un supermercado más

La presentación incidirá en sus diferencias con un supermercado convencional: los productos que ofrecerá, cómo serán las salas de almacenamiento, las cámaras frigoríficas, los lineales o las cajas en las que los socios realizarán sus turnos mensuales de tres horas de trabajo. Esto último es "un compromiso imprescindible para poder ser miembro de la cooperativa" y, por lo tanto, cliente del establecimiento.

La Osa es una cooperativa de ahorro directo. Es decir, "los cooperativistas asisten y votan las grandes decisiones en Asambleas Generales, aportando sus ideas, gestionando soluciones y renovando con sus aportaciones la realización del proyecto cooperativo", aclaran. El beneficio que genere la venta de sus productos "no se reparte entre los socios sino que se dedicará al abaratamiento del producto", de modo que los socios puedan ahorrarse "entre un 20 y un 40% en su compra".