La desescalada en Barcelona desborda a un equipo de limpieza a medio gas

Guantes de plástico tirados en la calle.
Guantes de látex tirados en la calle.
ANTONIO HERREROS
Guantes de plástico tirados en la calle.

La planificación de las tareas de limpieza de la vía pública en Barcelona ha sido uno de los talones de Aquiles del Ayuntamiento durante la crisis del coronavirus, precisamente cuando las autoridades sanitarias piden más pulcritud que nunca para prevenir los contagios. Ya en marzo, en el inicio del confinamiento, el teniente de alcalde de Seguretat, Albert Batlle, reconoció que había más excrementos de perro en la calle, y ahora que ha empezado la desescalada, la teniente de alcaldía de Urbanisme, Ecologia i Mobilitat, Janet Sanz, admite, asimismo, que la ciudad está sucia. Lo atribuye en parte a un incremento del incivismo, pero apunta también que el equipo de limpieza no está trabajando aún al completo y pide comprensión.

A la espera de que la cantidad de personal vuelva a ser la de antes, se acumulan en las aceras heces de canes y palomas, latas de refrescos, papeles, hojas, polen y los guantes de látex tan propios de estos tiempos, mientras la plantilla de 4.000 operarios que se encargan de la higiene está reducida al 44%, según el Consistorio. Se recortó "en consonancia con la bajada de la actividad y del uso del espacio público", señala Sanz, pero ahora que el movimiento ha subido sigue disminuida en la misma proporción, y no se prevé aumentarla hasta la fase 1 del desconfinamiento, cuando trabajará el 66% del personal. Está por ver si entonces el porcentaje será suficiente.

"Me da rabia porque veo más cacas de perro que antes en la calle y muchos guantes de plástico, y tendríamos que pensar en la seguridad de los que limpian", afirma Toni Ramon, portavoz de la asociación de vecinos de la Vila de Gràcia, y añade: "Sorprende negativamente que ahora que deberíamos tener más cuidado que nunca, parece que todo cuesta más".

Por su parte, fuentes municipales piden "la máxima colaboración ciudadana" a la hora de tirar los residuos donde toca y recoger los excrementos de perro y recuerdan que existe una ordenanza para multar a los dueños incívicos.

Por otro lado, apuntan que "en las últimas semanas ha llovido mucho", lo que ha favorecido la floración de los árboles y ha hecho que aumente el polen, "que se acumuló sobre todo el sábado en las aceras porque hizo mucho viento". Para recogerlo con más rapidez, cuentan, desde el fin de semana equipos de dos personas que hasta entonces barrían manualmente, lo están haciendo "con maquinaria".

Las mismas fuentes explican que la plantilla de limpieza "irá aumentando en las siguientes fases de desconfinamiento" y que de momento, se desconoce la fecha en que llegará al 100%.

Desde la UGT, Mónica Plata, responsable de prevención de riesgos laborales de los operarios de Barcelona pel Medi Ambient –los que limpian la vía pública–, apunta que están trabajando "el 33%", excepto "en zonas donde la recogida de basura es manual, como el Raval", donde son el 50%.

Señala también que están realizando tareas que antes no hacían, como "desinfectar puertas de comercios y de centros de salud y contenedores" o "recoger la basura de los hoteles sanitarios".

"La planificación ha sido buena porque permite que unos días de la semana trabaje un grupo y otros, otro, lo que hace que haya menos contacto entre nosotros y menos contagios", opina la representante sindical.

Trabajan menos y cobran lo mismo

Desde la UGT explican que los operarios de limpieza de la vía pública en Barcelona no están afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y que aunque trabajan menos días a la semana que antes del estado de alarma, su sueldo no se ha visto reducido.

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