Las empresas auxiliares de General Motors han presentado entre septiembre y octubre 23 expedientes de suspensión de empleo que han afectado a 1.987 trabajadores aragoneses. Estas medidas implican la paralización de los contratos por un tiempo determinado durante el cual los empleados permanecen en el paro, con el compromiso de la empresa de readmitirlos en el momento en que retome su producción.

La caída de las ventas y el descenso en el volumen de fabricación de General Motors, así como su Expediente de Regulación de Empleo, que arranca el lunes y prevé la desaparición de 600 puestos de trabajo de la fábrica de Figueruelas son las principales causas de estas suspensiones laborales en los negocios auxiliares.

Las empresas afectadas son, en su mayoría, fabricantes de componentes para vehículos de General Motors, de transporte o relacionadas con la logística y con plantillas que oscilan entre los 100 y los 500 empleados. En la comunidad hay unas 150 empresas auxiliares del automóvil que dan trabajo a unas 16.500 personas.

De los 23 expedientes de suspensión de empleo, sólo dos se registraron en septiembre y el resto se han concentrado este mes. Fuentes del sector prevén más regulaciones laborales a lo largo de los próximos meses.  «El sector del automóvil también está en crisis y, lamentablemente, estos expedientes son una herramienta para mantener las empresas», indican.

177 expedientes este año

La Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón ha registrado un total de 177 expedientes de suspensión de empleo desde enero, que han afectado a 7.462 trabajadores de diferentes sectores económicos de toda la comunidad. Zaragoza, con 147 expedientes y 6.548 personas afectadas, es la provincia aragonesa que más suspensiones laborales ha registrado este año.

Por otra parte, en estos diez meses se han contabilizado en Aragón 62 expedientes de extinción de empleo que han supuesto la destrucción de 1.255 puestos de trabajo.

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