Andy sigue dando de qué hablar en la octava edición de MasterChef en La 1. Si hace unas semanas fue su momento fan con Tamara Falcó, este lunes fue porque prefirió salvarse a sí mismo y condenar sus compañeros a la prueba de expulsión.

"Como has sido el mejor de los 'delantales blancos' tienes una misión muy importante", comentó Pepe Rodríguez. "Ya sabéis que en MasterChef ser el mejor siempre reporta ventajas", añadió.

Jordi Cruz le explicó al madrileño que "debes decidir si mandas a los más fuertes a eliminación, es decir, a los 'delantales blancos'. Y salvaros tú y los 'delantales negros'. O, por el contrario, mantener a los débiles en eliminación y jugártela tú con ellos, arriesgándote a ser el eliminado".

El concursante puso cara de estar pensándoselo mucho. Algunos opinaron que sí les bajaba y otros, que no. Andy miró hacia la galería, suspiró y señaló: "Creo que voy a subir a los 'delantales negros' y me voy a salvar yo. Quiero quedarme una semana más en MasterChef".

Mientras unos se alegraban de su salvación, otros se sentían decepcionados por el que había sido su compañero de fogones durante el programa de este lunes. "Es la prueba de eliminación y yo, no me quiero ir".

"Creo que con el buen trabajo que hice no creo que deba estar aquí cocinando en esta prueba, y tampoco mi equipo, pero yo voy por delante de todos", añadió el joven. Su compañero Alberto comentó que "ha preferido que el equipo se hunda y él salvarse. Es un poco feo".

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Teresa le 'amenazó' diciéndole: "Andy, de esta nos vamos a acordar", e Iván añadió que "tengo una libreta donde voy apuntando las cosas para devolverle a cada uno lo que se merece".

Rodríguez le comentó a Andy que "haciendo amigos...", mientras Michael le advertía que durmiera "con un ojo abierto", provocando las carcajadas de sus compañeros. "Me espero que me lluevan palos por todos los lados", concluyó el joven. Al final, ninguno de sus compañeros fue eliminado, ya que la expulsada fue Saray.