Una acusación de agresión sexual se ha cruzado en la ya de por sí complicada carrera de Joe Biden, previsible candidato por el Partido Demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre en EE UU, para hacerse con el sillón que ocupa Donald Trump.
Quien fuera vicepresidente durante ocho años, a la sombra de Barack Obama, se ha defendido y ha roto su silencio este viernes después de que el año pasado ocho mujeres le acusaran de una conducta sexual inapropiada.
En este caso, el exvicepresidente se ha referido en concreto a la acusación de Tara Reade, que alega que Biden la agredió sexualmente penetrándola con sus dedos contra su voluntad en un momento sin determinar de la primavera de 1993, cuando el ahora candidato ejercía como senador por el estado de Vermont y Reade trabajaba para él como asistente.
El virtual candidato demócrata a la Casa Blanca ha dicho que esas conductas "no son verdad" y ha criticado las "inconsistencias" y "repetidos cambios" en la versión de Reade.
"Los medios de comunicación responsables deberían examinar y evaluar el historial completo y creciente de inconsistencias en su historia, que ha cambiado de manera repetida", ha insistido.
Hasta el momento, nadie dentro de su partido ha alzado la voz contra Biden, tanto la excandidata Hilary Clinton como su rival en las primarias, Bernie Sanders, le han apoyado como candidato y la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también ha puesto en duda la versión de Reade.
Trump le animó a que diera un paso al frente
El propio presidente Donald Trump, quien ha sido objeto de numerosas acusaciones similares, instó a su virtual rival en las elecciones presidenciales de noviembre a que diese un paso al frente.
"No sé nada sobre eso (las acusaciones contra Biden), pero creo que debería responder, ya sabes, podrían ser acusaciones falsas. Yo lo sé todo sobre acusaciones falsas, me han acusado falsamente en numerosas ocasiones", dijo Trump en declaraciones en la Casa Blanca.
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