Barcelona ha dado este martes el primer paso hacia la definición de la hoja de ruta con la que el consistorio quiere dirigir la salida de la crisis sanitaria, económica, social y cultural en la que está sumida la capital catalana tras la irrupción de la pandemia del coronavirus. 

La alcaldesa, Ada Colau, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, han presidido esta tarde una reunión telemática de más de tres horas de duración en la que han participado unas 50 entidades y todo los partidos de la oposición. 

Colau ha alabado tras este encuentro la buena predisposición de todos los actores implicados, a pesar de los intereses en muchos casos contrapuestos (en una misma mesa se sientan Foment del Treball o el Sindicat de Llogaters, por ejemplo) para dar salida conjunta a una situación «muy compleja», no ha rehuido en afirmarlo así la alcaldesa.

Collboni ha indicado que desde este martes se sientan con buen pie las bases de la «vía barcelonesa» para salir de la crisis del Covid-19 y que esta misma semana se reunirá el grupo económico «para evaluar el impacto» causado por esta emergencia sanitaria y para «pactar medidas fiscales». 

Dos meses de plazo

El plazo que se da el Ayuntamiento de Barcelona para rehacer los presupuestos municipales y pactar las medidas troncales y urgentes es de dos meses, hasta julio. Collboni ha calificado este calendario de «razonable», y ha matizado que será un plan por etapas a desarrollar durante el próximo año y medio para «salir por tramos» del Covid-19. Los grupos de la oposición, en cambio, han criticado en sus primeras declaraciones que este timing se largue hasta finales de 2021.

Oro punto de fricción que tendrá que sortearse antes de julio entre gobierno y oposición es la forma escogida para «aliviar» financieramente al sector comercial y hostelero. Mientras que el equipo de Colau apuesta por líneas de subvenciones, la oposición reclama una rebaja o supresión de tasas como la de terrazas.

En todo caso, desde la alcaldía se han mostrado dispuestos a acometer en año y medio un proceso paralelo que implicará dos grandes pactos, uno de ciudad con los agentes sociales y entidades y otro de presupuestos con el resto de grupos. Colau ha asegurado que, este «gran consenso» alrededor del plan de choque de ciudad no evitará que «los próximos meses sean difíciles» y ha remarcado que, más allá de las grandes cuestiones, serán necesarias «nuevas estrategias» en aspectos como la movilidad y la contaminación.

«No nos podemos resignar a que Barcelona se vuelva a llenar de coches. Para eso harán falta medidas nuevas y valientes», ha indicado. En ese sentido, ha asegurado que en las semanas venideras será una «tónica» recuperar calles destinadas hasta ahora a los coches para peatones o bicicletas mediante un urbanismo «táctico». De igual manera, se ampliarán los carriles bici al ser uno de los medios que pueden ser más seguros y limpios para desplazarse tras el encierro. 

Reforma de presupuestos y tasas 

Para el presidente del grupo municipal de ERC, Ernest Maragall, es urgente abordar el «rol de lo público y fortalecer los servicios sociales y por tanto de los recursos” de que dispone el consistorio. 

Elsa Artadi, de JxCat, ha afirmado que las medidas extraordinarias «tienen que incluir rehacer el presupuesto municipal del 2020 y orientar las cuentas municipales del 2021». 

Y desde Barcelona pel Canvi, Manuel Valls, ha dicho que «la modificación del presupuesto municipal es clave. Hay que reducir impuestos y tasas municipales». ^