La crisis del coronavirus sigue causando estragos en el mercado laboral español. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este martes, el número de ocupados ha disminuido en 285.600 personas en el primer trimestre de este año respecto al último de 2019. Este es el mayor descenso desde 2013 y eso que esta encuesta tan solo ha tenido en cuenta las dos últimas semanas de marzo, que fueron las dos primeras de confinamiento. 

El sector Servicios es el más castigado con la pérdida de 275.900 empleos, seguido por la Agricultura (9.100) y la Construcción (6.200). Además, el empleo a tiempo completo disminuye este trimestre en 189.000 personas y el parcial, en 96.600. Por regiones, Islas Baleares es la comunidad más castigada, seguida de la Comunidad Valenciana y de Andalucía.

También cae el número de asalariados, que se redujo en el primer trimestre en 286.000 personas, de los que 255.300 tenían un contrato temporal y 30.700 un contrato indefinido. Es la mayor caída del empleo temporal en ocho años.

Estos datos no reflejan, eso sí, el impacto de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que sí influyen en otra cifra que da el INE: los ocupados que no han trabajado en la semana de referencia han subido este trimestre en 509.800 personas, una cifra que no tiene precedentes en un primer trimestre del año. Además, también se deja ver en el número total de horas efectivas trabajadas, que ha sufrido un descenso del 4,25%. “Para encontrar un descenso superior hay que retroceder a 2009”, señala el documento. Estadística cifra en 562.900 los afectados por paro parcial por razones técnicas o ERTE.

En cuanto al desempleo, sube así en este trimestre en 121.000 personas y el número total de parados se sitúa en 3.313.000, llegando la tasa de paro hasta el 14,41%, lo que supone un aumento trimestral del 0,63 pero también una bajada anual de 0,29. Además, los hogares con todos sus miembros en paros subieron en 60.700 en el primer trimestre, un 6% más, hasta situarse en 1.073.800. El número de menores de 25 años en paro asciende en 23.400 personas, situándose así el paro juvenil en el 32,99%, casi 2,5 puntos más que el anterior trimestre pero 1,9 menos que el pasado año. 

Otro de los datos “sin precedentes” es el número de inactivos (su número ha crecido 257.500). Según el INE, el primer trimestre de cada año incrementa este capítulo por la jubilación de ocupados, pero esta vez, explica el ente, la caída de la ocupación se ha traducido “tanto en un incremento del paro como en un aumento del número de inactivos debido a la dificultad sobrevenida de buscar empleo en una situación de confinamiento”.

El Gobierno asegura que el impacto de la Covid-19 en el empleo será “temporal” y que, aunque perdurará en abril, se podrá amortiguar en el resto de meses del año, que se verán “compensados” por la finalización de ERTEs y la reactivación de la economía. La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Ana de la Cueva, ha indicado, además, que el Ejecutivo ya trabaja en un nuevo mecanismo de flexibilidad laboral para la desescalada.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, no ha sido, no obstante, tan benévolo y ha tachado los números de "desoladores". Eso sí, en una entrevista en RNE, ha señalado que lo importante es volver a la actividad “para evitar el drama”. “Es evidente que todo tiene que ir con criterios de prevención y con guías, pero algún día habrá que ir abriendo”, ha señalado.

Pepe Álvarez, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), ha asegurado que la EPA no refleja “ni de lejos” la situación del empleo en España y ha explicado, en una entrevista en Onda Cero, que no van a tener resultados fiables hasta que las empresas no retomen su actividad. Esta tesis también la ha mantenido Lola Santillana, secretaria de Empleo de CCOO, que ha añadido que “lo importante” debe ser el mantenimiento “de la vida y de la salud” y, después, del empleo.