Un topless de poco más de cinco minutos, con el que se dio la bienvenida a los nuevos alumnos, ha bastado para que viejos fantasmas vuelvan a pasearse por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de A Coruña.

Por un lado están antiguas reivindicaciones, como la gratuidad de las fotocopias, la mayoría de planos de gran tamaño y caras. «Si costó mucho el show hay muchas prioridades antes que ésa», señalan los Comités Abertos de Facultade.

Pero el semistreptease ha hecho que también se vuelva a hablar de los mitos que rodean la facultad, la que más contabiliza del campus, según los estudiantes. Desde profesores que eligen sus aprobados con los ojos cerrados o alumnas que se desmayan «humilladas» en tutorías hasta un grupo de privilegiados que se lleva el examen a casa para hacerlo con calma en una semana y luego entregarlo. Y, dicen los alumnos, docentes que aprovechan estratégicas clases de dibujo en la playa para echarse una siesta al sol. Como buenas leyendas, lamentan, «tienen de todo menos pruebas».

Más de 8 años de estudios

Lo que sí tiene muy poco de leyenda urbana y mucho de pura realidad es la duración media de los estudios relacionados con Arquitectura. Según el Informe del Rector, estas titulaciones no bajan de los ocho años de vida dedicada a los libros, los trabajos y los exámenes. Eso sí, según las estadísticas, la tasa de éxito se mueve en unos porcentajes superiores al 70% en la mayoría de las especialidades.

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