"Necesito más vino". Ese fue el mensaje claro y contundente que Annette Muller, una canadiense de 82 años, lanzó a su hija Kelly desde la ventana cuando acudió a comprobar cómo se encontraba confinada por el coronavirus. Con una botella en una mano y una pancarta en la otra, la imagen de esta anciana reclamando su bebida ha dado la vuelta al mundo y ha terminado por hacerse viral. A su llamada han respondido Hugo Valero y Lucas Laguens, dos empresarios zaragozanos.

Cuando hace una semana leyeron en Internet la historia de Annette, estos jóvenes emprendedores no lo pensaron dos veces y decidieron regalarle algunos de los caldos que venden en su tienda de vinos online, enbotella.com, y "convertirla en su influencer". Para localizarla, cuenta Valero, movilizó a conocidos y amigos y las redes obraron su magia. En apenas dos horas, había conseguido contactar a través de Facebook con la hija de esta anciana de Ontario. 

"Ella había publicado la imagen de su madre en Facebook y, cuando la localicé, ya había gente que le había comentado que una empresa española quería regalarle unos vinos. Fue todo muy loco", relata a 20minutos Valero, que actualmente cursa el MBA en International Management del ICEX y fundó la compañía con Laguens, responsable informático de la web.

Fue a ella a quien le propuso la idea de que su madre se convirtiera en "influencer de vinos españoles" y tanto Kelly como Annette se mostraron encantadas. "Me dijo que le hacía mucha ilusión, que si se lo hubieran dicho hace una semana no se lo habría creído", apunta el empresario sobre la respuesta de la anciana, que asegura que así se entretiene durante el confinamiento.

La idea inicial de estos emprendedores era enviarle a Annette cuatro cajas para que pudiera "aguantar la cuarentena" bien surtida. Sin embargo, las estrictas leyes aduaneras canadienses han obligado a Valero a reducir la cantidad y conformarse con seis botellas, que deberá enviar en dos cajas. En ellas han incluido vinos de Ribera del Duero, Rioja y Zaragoza -para "hacer patria"-. "Ojalá le hubiéramos podido enviar más", lamenta.

CEDIDA

"Es muy complicado enviar vino a Canadá, y especialmente a Ontario", matiza, y agradece la colaboración de su profesor de Logística del máster, Alejandro Molins, que le ha asesorado para que los caldos lleguen a su destino al otro lado del mundo. 

"Esta caja contiene felicidad embotellada", rezan las cajas que Valero comercializa y que partirán hacia Canadá el lunes, para alegrar a una anciana confinada sola. En un momento difícil, nunca su mensaje fue tan cierto.