Voluntarios que ayudan a los más veteranos de Madrid: “Mi vecina me tira la cesta de la compra y yo se la hago”

  • Los vecinos mayores que viven en soledad el confinamiento reciben el auxilio de voluntarios de sus barrios para ir al súper o a la farmacia.
  • “Comprar un litro más de leche no me supone un sacrificio”, dice Rafael que cuida de sus dos vecinas mayores.
Juan Carlos entrega la compra a su vecina Libertad.
Juan Carlos entrega la compra a su vecina Libertad.
Jorge Paris
Juan Carlos entrega la compra a su vecina Libertad.

Juan Carlos vive en la calle Castillo de Arévalo, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. Todas las mañanas, desde que la ciudad resiste confinada, este vecino toma la puerta principal de su casa para ir al supermercado, a la farmacia y, en ocasiones, a la panadería y al quiosco. Su paseo está pretederminado. De camino a estos comercios- abiertos por ser de primera necesidad-, Juan Carlos hace hasta seis paradas en la misma acera de su domicilio. Seis mujeres de avanzada edad le esperan en sus rellanos o, incluso, se bastan con abrir la ventana, para enumerarle las tareas del día.

“Unas me tiran la cesta con la lista de la compra, otras me llaman por teléfono, y yo se la hago”, dice este voluntario que ahora participa en la iniciativa municipal 'Es el momento de la solidaridad vecinal'. "La mayoría de ellas son gente mayor a las que le han quitado a las auxiliares", explica. Así, Juan Carlos suple las funciones de estos profesionales surtiéndolas con los productos más necesarios. 

Juan Carlos, en la caja del supermercado.
Juan Carlos, en la caja del supermercado.
Jorge París

Y aunque la mayoría de las veces se ayude de las listas de la compra, otras muchas, "me fío del criterio de las encargadas del supermercado y la de la farmacia", confiesa. "Ellas me sugieren lo que tengo que llevarles y con el panadero tengo apalabrado el número de barras que debo ir a recoger", relata.

Lista de la compra.
Lista de la compra.
Jorge Paris

El pago es lo de menos. En ocasiones, las vecinas se lo anticipan y otras son los comercios quienes lo apuntan para cobrárselo más adelante. "Hay gente mayor que están muy solita y con este servicio me siento útil", añade este vecino que "nunca" acepta propinas.

"Al fin y al cabo es una iniciativa que aporta a las dos pares: a uno le calma las ansias de hacer voluntariado y a ellos les ayudas para que no salgan de casa", describe Rafael, otro madrileño que comparte vocación con Juan Carlos pero desde el distrito colindante, el de Salamanca. 

"A mi me animaron a pegar carteles en el edificio de mi comunidad ofreciéndome a ayudar a personas con limitación de movilidad a realizar las tareas diarias", comienza. Rafael, el del 4B, te hace la compra, te saca al perro y te baja la basura. Con este anuncio dos vecinas "que ya me esperaba" llamaron a este voluntario de 44 años. "Las dos rondan los 80 años y viven solas; una no puede moverse y, la otra, aunque sí pueda, no debe", detalla. Rafael no baja a la calle todos los días, se organiza para ayudarles dos veces por semana: "Los martes o miércoles les hago la compra y el viernes les saco la basura".

Lo que más sorprende a este voluntario, de larga trayectoria en Voluntarios por Madrid, es lo poco que necesitan, "lo mucho que compro para mi y lo poco para ellas", dice en tono cómico. "Hoy, por ejemplo, una me ha pedido unos panecillos integrales, un litro de leche y un bote de café descafeinado; la otra, cuatro panecillos, seis cogollos y unos yogures", repasa mentalmente. "Para mi no es un sacrificio meter en la bolsa un litro más de leche", concluye.

María Dolores, vecina de Rafael: "Llevo 20 días sin salir de casa, y para mi esta ayuda me viene fenomenal"

En el caso de Rafael resulta más sencillo cobrarles todo junto, de golpe cuando Madrid recupere la normalidad. "Yo les insisto en que no toquen el dinero y cuando quieren darme su pin de su tarjeta, les digo que no". Un asunto sobre el que Juan Carlos advierte: "Hay gente que se aprovecha de esta situación para, ya sabes...", dice en relación a los asaltos a ancianos.

Un voluntariado en tu propia casa

El delegado del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social impulsó hace unos días la campaña 'Es el momento de la solidaridad vecinal', para incentivar a los madrileños a ayudar a los más vulnerables en tareas cotidianas del hogar.

La campaña está abierta a la participación de todos los vecinos, quienes pueden imprimir un cartel colgado en el Twitter de Voluntarios por Madrid, rellenar sus datos de contacto y pegarlo en un lugar visible de sus portales para ofrecer ayuda a los más afectados por la cuarentena.

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