Scarlett Johansson no puede estar más enamorada de Colin Jost. Y el humorista y guionista del programa Saturday Night Live, lo mismo de la actriz de Historia de un matrimonio. Tanto es así, que lo demostraron en directo el día que ella acudió al programa en plena campaña de los Oscar. Y es normal que se quieran: se van a casar.
Lo anunciaron a mediados del año pasado, en mayo, pero no ha sido hasta ahora, en medio de los rumores sobre si pospondrán o no la boda debido al coronavirus, cuando la intérprete de 35 años se ha decidido a dar algunos detalles de cómo será el feliz día...
Con "el amor de su vida", como ella misma ha definido a su pareja para la revista People. Lejos quedan aquellos días en los que, cuando anunció su nuevo compromiso (ha estado casada en dos ocasiones anteriores), le recordaron sus palabras: "La monogamia es antinatural".
Eso es agua de borrajas. Ahora en lo que piensa Scarlett Johansson es en pasar su vida junto al cómico y su pequeña, Rose Dorothy, que a sus cinco años está más que ilusionada por el enlace de su madre.
"Con un precioso vestido de flores", ha declarado la actriz que asistirá su hija, fruto de su matrimonio de tres años con el periodista francés Romain Dauriac, y que a buen seguro será protagonista de las fotografías más tiernas y arrobadas de amor de la ceremonia.
Y precisamente ahí ha entrado al trapo la protagonista de Lost in Traslation o Match Point, porque está convencida de que esta boda será eco-friendly. Y para que tenga esa sostenibilidad ecológica que busca no pueden quedar restos de comida que se desperdicien ni dejar que se malgasten recursos. Hasta a su pequeña Rose se lo está inculcando para cuando llegue el momento.
"Es difícil porque únicamente tiene cinco años y el mundo para ella todavía es algo muy pequeño. Pero creo que recordarle cómo viven otras personas y cómo les puede afectar lo que ella haga es un buen comienzo", reconoce la intérprete de la próxima Viuda negra.
"De todas formas, los niños de hoy en día están muy concienciados con el reciclaje y con el control de residuos. Algunas veces es mi hija la que me dice a mí cosas como que no podemos usar pajitas de plástico. Cosas de las que yo nunca le había hablado", bromea Johansson.
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