Esta medida ha sido adoptada por el Ejecutivo autonómico "previo contraste" con los responsables de la clínica Araba, según han informado este jueves a Europa Press fuentes del Departamento de Salud.

La decisión responde al objetivo de buscar un espacio para ofrecer "la mejor atención" a pacientes afectados por covid-19 y, al mismo tiempo, seguir ofreciendo una atención "de calidad" al resto de personas y familias usuarias de los servicios de la residencia, ha explicado el Departamento de Salud, que ha subrayado que "nadie se va a quedar si ser atendido".

El centro IMQ Igurco Araba tiene dos áreas diferenciadas: un servicio de residencia para personas mayores y un espacio habilitado para personas con enfermedades crónicas y que requieren cuidados paliativos.

MEDIDA "EXCEPCIONAL"

Las instalaciones de la clínica, a petición del Departamento de Salud, se utilizarán a partir de ahora para atender a personas afectadas por covid-19, por lo que las personas acogidas hasta ahora en el centro serán realojadas en otros recursos, según ha explicado el Gobierno Vasco.

En el caso de las personas con enfermedades crónicas y que reciben cuidados paliativos, el Departamento de Salud se está encargando de realizar un análisis individualizado de cada una de ellas. Estos pacientes serán trasladados a centros sanitarios "acordes a su situación", con el fin de darles "la mejor asistencia".

Por su parte, la Diputación Foral de Álava se está encargando de buscar alojamientos en otros centros privados para las personas usuarias del servicio de residencia de esta clínica. El Departamento de Salud ha subrayado que tanto el Gobierno Vasco como la Diputación Foral son conscientes del carácter "extraordinario" de este tipo de medidas, si bien han recordado que la crisis del coronavirus constituye también una situación "excepcional".