La ordenación ha tenido 20 participantes presenciales y en ella se han aplicando todas las normas de seguridad decretadas por las autoridades con motivo de la pandemia del COVID-19. Los tres seminaristas ordenados diáconos han sido Enrique García, Galo Oria de Rueda y Jesús Irache, ha informado la Delegación de Medios de Comunicación del Arzobispado de Zaragoza en una nota de prensa.

Junto a ellos, han asistido el equipo de formadores del Seminario: Fernando Arregui, Juan Sebastián Teruel, José Benito Gallego y Esteban Díaz; dos seminaristas, Jamer Medina y Daniel Clemente; el director musical de las catedrales de Zaragoza, maestro Berdejo Marín; el párroco de Tauste, José Ignacio Longás; los hermanitos de la Cruz Gregorio, Raimundo y Noel; y los padres y hermanos de Galo.

El arzobispo ha expresado durante la celebración la comunión con los fallecidos, con los enfermos y con los que los cuidan, así como con los ancianos, los que tienen miedo y los que están solos con motivo del estado de alarma decretado en España para hacer frente a la pandemia.

Tras una homilía en que se ha dirigido especialmente a los nuevos diáconos, ha tenido lugar propiamente el rito de la ordenación: el escrutinio o interrogatorio, con las promesas diaconales; el canto de las letanías de los santos, con la postración de los ordenandos; la imposición de manos del obispo y la oración de consagración; la vestición de las estolas cruzadas y las dalmáticas -vestidura propia de los diáconos, consistente en una casulla con mangas-, y la entrega del libro de los Evangelios.

A partir de ese momento, la celebración de la misa se ha desarrollado como de costumbre, y en ella los nuevos diáconos han desempeñado ya sus funciones propias: preparar el altar, dirigir las moniciones al pueblo, auxiliar al obispo en la plegaria eucarística, especialmente en lo relativo al cáliz y distribuir la comunión.

SEGUIR LA VOCACIÓN

El arzobispo se ha dirigido en dos ocasiones a los jóvenes que seguían la celebración a través de las redes sociales, invitándoles a "escuchar y a seguir la vocación".

El prelado ha calificado de "íntima, pero solemne" la ordenación. A su término, y tras rezar la oración compuesta por el papa Francisco ante la pandemia del COVID-19, el nuevo diácono Jesús Irache ha dado las gracias en nombre de sus compañeros.

En tono divertido, ha señalado que "como las nuevas tecnologías todavía no permiten un vino español online, habrá que esperar a la ordenación presbiteral para celebrarlo", acto que está previsto para dentro de seis meses.