Siria, hace 12.800 años. Un grupo de humanos cazadores recolectores se asienta en las colinas de Abu Hureyra, en el norte de la actual Siria. Lo que no sabían es cómo iban a desaparecer: por culpa de una explosión que causó temperaturas de más de 2.200 grados Celsius.
Recoge Gizmodo una investigación de arqueólogos de la Universidad de Santa Bárbara, en California, que han descubierto que la devastación la causó la caída de un meteorito o un fragmento de asteroide. La investigación ha sido publicada por la revista Scientific Reports.
Los restos arqueológicos de la aldea están llenos de pequeñas burbujas de cristal. En estos restos hay trazas de cromo, hierro, níquel, titanio, platino e iridio, lo que da pie a los investigadores a pensar que fue la caída de un meteorito lo que provocó la destrucción del pueblo.
Pero este yacimiento tiene más valor, porque puede probar la llamada hipótesis del Cometa Clovis, que apunta a que hace alrededor de 12.900 años, la Tierra chocó contra una nube de cometas, lo que provocó catastróficos incendios en Norteamérica, Europa y el oeste de Asia. La teoría no se ha podido probar porque pese a que hay restos geológicos que confirman los incendios, no hay cráteres de impacto.
Por ello, el caso de Abu Hureyra sirve de pista para encontrar más indicios del impacto, que podría probar la teoría del Cometa Clovis.
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