Hasta nuevo aviso, desde este fin de semana no se venden billetes sencillos para evitar el contacto directo. Los viajeros deben acceder al autobús por la puerta central y después validar su billete.
Estas medidas temporales están consensuadas con el comité de empresa y el de seguridad y saluda de la EMT y el Ayuntamiento de València para prevalecer la salud de la plantilla y de los usuarios, detalla el consistorio en un comunicado.
La decisión tiene en cuenta la recomendación sanitaria de mantener al menos un metro de distancia personal para evitar contagios. Este viernes se distribuye material informativo en las marquesinas.
En concreto, cada persona que suba a un bus debe hacerlo por la puerta central y validar su abono en la máquina. También se anula la recarga online porque su activación solo funciona en la máquina situada junto al conductor. Las recargas pendientes no se pierden.
La oficina de atención solo ofrece información presencial para cuestiones de urgencia en sus instalaciones en Correu Vell, con cita previa, mientras se refuerzan otros canales como el teléfono, el correo electrónico y el Whastapp. La de Colón está cerrada hasta nuevo aviso y la de la Universitat Politècnica de València (UPV) no presta servicio durante la suspensión de las clases.
Con estas medidas, la compañía municipal quiere proporcionar transporte público "en las mejores condiciones de seguridad y salud". Algunas de las acciones ya implantadas son el refuerzo de limpieza o el reparto de jabón y papel a conductores.
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