Esos protocolos se han diseñado desde Políticas Sociales, cuentan con las aportaciones de Osakidetza y Salud, y se han adaptado las indicaciones a la configuración y capacidad de cada servicio, según ha explicado la portavoz foral, Eider Mendoza, en un comunicado.

El citado protocolo se ha diseñado tras las reuniones celebradas entre la Diputación y las entidades gestoras de los recursos de infancia e inclusión, "donde también se recogen las aportaciones realizadas por los propios centros", ha apuntado Mendoza.

En el caso de los recursos residenciales, programas y equipos de atención a la infancia de Gipuzkoa, se extremarán las medidas de higiene de manos e higiene respiratoria, se limitarán el horario y la frecuencia de las visitas, y si las visitas presentan fiebre o síntomas respiratorios agudos no se deberá mantener ningún tipo de contacto.

Desde la Diputación se emitirá una resolución administrativa para adaptar los regímenes de visitas autorizadas a esta nueva realidad. Para compensar esa limitación, se potenciarán alternativamente otro tipo de contactos alternativos (como videoconferencia o teléfono).

También se habilitará una única puerta de entrada, se realizará un registro de accesos y el control de temperatura previo a la entrada y se habilitará material de higiene de manos y respiratoria. Además, se aconseja mantener la distancia de seguridad de un metro.

Las áreas comunes se ventilarán de manera adecuada y frecuentemente. En caso de tener fiebre o síntomas respiratorios agudos, se aplicarán las normas de prudencia asistencial evitando los espacios comunes y limitando la entrada de otras personas usuarias a las habitaciones.

INCLUSIÓN SOCIAL

En cuanto a los recursos forales de inclusión social, también se extremarán las medidas de higiene de manos e higiene respiratoria. Se interrumpirán las tareas de voluntariado y prácticas de los centros y recursos, y no se realizarán reuniones con presencia de más de 10 personas.

Se limitarán de forma temporal todos los ingresos admitiéndose sólo casos de especial necesidad, como la falta de alojamiento o una situación sanitaria especial, se limitará el horario de visitas y se habilitará una única puerta de entrada. Si se presentan fiebre o síntomas respiratorios agudos, no se deberán realizar visitas.

También se habilitará material de higiene de manos y respiratoria y se aconseja mantener la distancia de seguridad con otras personas. Además, se suspenderán de forma cautelar todos los grupos de trabajo y reuniones con familias, permitiéndose el trabajo con cada familia de forma individualizada.

Asimismo, se establecerán espacios específicos para la atención de visitas y se hará uso de mascarilla durante el contacto con las personas usuarias que presenten clínica respiratoria. Las zonas comunes se ventilarán de manera adecuada.

Las personas usuarias con síntomas respiratorios agudos, que no cuenten con alojamiento, deberán ser ubicadas en espacios específicos, aislados del resto del recurso. En el punto de encuentro y centros de atención nocturna, se realizará el control de temperatura por el movimiento de personas.

En ambos casos, si las personas usuarias de los centros y recursos presentan fiebre o síntomas respiratorios se aplicará el protocolo de actuación, así como las normas de prudencia asistencial correspondientes, evitando los espacios comunes y limitando la estancia de las personas usuarias a su habitación.

En caso de uso de áreas comunes, se les colocará una mascarilla y se mantendrán las distancias de seguridad. Además, en caso de tener síntomas y haber tenido relación con alguien que haya viajado a zonas de riesgo, se seguirán las pautas marcadas desde Salud Pública.

PROFESIONALES

Los profesionales deberán usar mascarilla de papel durante el contacto con las personas usuarias que presenten clínica respiratoria. Se restringirá, además, el uso de móviles y otros objetos susceptibles de ser transmisores entre el personal, se extremará la higiene de objetos laborales y personales, y los profesionales que presenten fiebre o clínica respiratoria, se abstendrán de acudir a su puesto de trabajo.

En ambos protocolos, el objetivo es "proteger a las personas usuarias, así como al personal que trabaja en los centros y recursos". Además, se tomarán medidas complementarias como la colocación de carteles informativos en lugares visibles, la formación en seguridad y prevención para todo el personal.

También la creación de equipos de trabajo en cada residencia para mantener activos los canales de coordinación con Osakidetza, Salud y Diputación, y la articulación de canales de comunicación con usuarios y familias (en ningún caso mediante reuniones grupales informativas).

Eider Mendoza ha recordado que "la realidad actual es muy cambiante" y que el protocolo preparado "no es algo estanco, sino que recoge una serie medidas con capacidad de ser adaptadas a lo que cada situación requiera". "Lo que buscamos es que las pautas marcadas sean lo más efectivas posibles, y para eso, la flexibilidad y la capacidad de adaptación son fundamentales", ha añadido la portavoz.