El 'indie' nacional sigue vivo diez años después

Un momento de la actuación de Mercromina.

Con el cartel de no hay billetes colgado y la sensación de que el festival se podría celebrar al menos otros diez años más, el encuentro de la escena indie nacional que se tiene lugar en Alburquerque (Badajoz) cerró su décima edición con un programa que reunía una mezcla de pop y rock al más alto nivel.

Si en la primera jornada Fangoria y The Sunday Drivers se llevaron la mayoría de los aplausos, el sábado La Habitación Roja demostró su condición de cabeza de cartel y ofreció un concierto intenso y directo, repleto de canciones pegadizas y de un sonido mucho más duro de lo que acostumbraban en sus inicios.

Los potentes temas de su último disco, Nuevos tiempos (2004, Mushroom Pillow), o la revisión de algunos de los antiguos, como Crónico, engancharon desde el primer momento con el público e hicieron posible que se repitiera la gran actuación que los valencianos ya dejaron en el mismo lugar el pasado año.

Frente a la distorsión guitarrera de sus predecesores, Astrud desplegaron el ingenio de sus letras y el elaborado pero sencillo sonido de su teclado. El dúo compuesto por Manolo y Genís desató pasiones con temas como La boda o Todo nos parece una mierda, durante una actuación que alcanzó su punto culminante con la divertida versión que hicieron de su inesperado éxito Hay un hombre en España.

Cooper y Mercromina, felices

Del resto de actuaciones, dos resultaron especialmente emotivas. la de Cooper, porque su cantante, Alejandro, radiaba felicidad debido a que el festival homenajeaba este año a su anterior grupo, Los Flechazos; la otra fue la de Mercromina, grupo histórico del indienacional y que este verano cumplen su última gira antes de disolverse.

Ambas bandas ofrecieron lo que mejor saben hacer: canciones de pop redondas en el caso de Cooper y densas melodías para los de Albacete. Los dos también demostraron que, para que el público disfrute de un concierto, el primero que ha de hacerlo es su intérprete. Alex Díez y Joaquín Pascual lo sabían y la comunión público-artista fue perfecta.

Antes habían pasado por el escenario del Contempopránea Garzón –ganadores del concurso del festival al mejor grupo revelación-, Bombones y Panorama, durante un festival que cerró La Granja y que se recordará como uno de los mejores de los últimos años por aquellas tierras.