El president de la Generalitat, Quim Torra, ha desconcertado este jueves al Ayuntamiento de Barcelona y al entramado vecinal y empresarial de la Rambla con el anuncio de la reapertura de un concurso durante el próximo semestre para licitar un "proyecto cultural, vecinal y con vocación social" para un edificio catalogado como Bien Cultural de Interés Local, propiedad de la Generalitat desde 2003 (cuando se lo compró al Ministerio de Defensa) y que lleva 17 años cerrado en un estado de conservación precario en el final de la Rambla, muy cerca de la estatua de Colón. 

Torra ha convocado este jueves por la mañana a los medios de comunicación en el pequeño vestíbulo de la Antiga Foneria de Canons, en el número 2 de la Rambla, para anunciar su reapertura como centro cultural una vez se escoja el proyecto privado ganador del concurso público, a finales de año. 

El concesionario tendrá que pagar el coste de la rehabilitación de un inmueble de estilo neoclásico de 3.000 metros cuadrados y cuatro plantas que data del siglo XVIII. El Govern descarta usos turísticos y sobre si este edificio acogerá un espacio de memoria vinculado al 1-O se limita a indicar que la utilidad será "la que las ofertas y el jurado determinen". 

Aunque el president ha asegurado este jueves que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, estaba informada de este anuncio, el regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, expresaba su sorpresa y malestar: "No ha habido un aviso previo ni un trabajo conjunto" con la Generalitat, ha afirmado.

Rabassa ha reconocido que el consistorio intentó comprar el edificio durante el pasado mandato pero no se llegó a un acuerdo sobre el precio. 

El Ayuntamiento proyectaba hacer del lugar un CAP para el Gòtic y había contactado con el departamento de Salut, que estaba estudiando su viabilidad. El teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, ha reclamado este jueves que el gobierno municipal "participe del proceso de definición de usos" de la Foneria. 

Lo mismo ha exigido la entidad Amics de la Rambla. Su presidente, Fermí Villar, ha calificado el proyecto de la Generalitat de "decepción" y ha indicado a este diario que ya han solicitado a la Generalitat "poder incidir en los pliegos de contratación del concurso para poder vigilar todo el proceso de cerca". 

ERC, en boca de su regidor portavoz en el Ayuntamiento, Jordi Coronas, ha criticado el anuncio del Govern "sin haber hablado antes con las personas y entidades que han trabajado para la transformación de la Rambla". Por contra, Elsa Artadi, presidenta del grupo municipal de JxCat, ha dicho que este edificio "no puede seguir cerrado". 

La Antiga Foneria de Canons se construyó durante la Guerra dels Segadors para fundir cañones para la artilería. Fue también una fábrica de campanas y a mediados del siglo XIX se convirtió en la sede del Banc de Barcelona, la primera entidad bancaria del Estado. Posteriormente, hasta el año 2003, hizo de cuartel de la Guardia Civil. 

ACN