Arrimadas acusa a Igea de querer "autodestruir" Cs y él critica que no se haya "permitido la discrepancia"

  • Los candidatos a las primarias de Cs confrontan proyectos y muestran sus enormes discrepancias.
Debate Igea con Arrimadas
Debate Igea con Arrimadas
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Debate Igea con Arrimadas
Inés Arrimadas y Francisco Igea en el debate de Ciudadanos.
EP

Sin guardarse nada. Inés Arrimadas y Francisco Igea no están de acuerdo en casi nada. Comparten partido y siglas, pero su visión de futuro es diferente. Así lo evidenciaron ayer en el debate celebrado en la sede de Cs a pocos días de la celebración de las primarias. Arrimadas celebró la coalición PP+Cs para luchar "contra el nacionalismo", mientras que Igea lamentó que esa fórmula hace que Cs "se diluya". Asimismo, el vicepresidente de Castilla y León pidió «perdón» por los errores y asumió que fue un fallo que Cs "no explorara la opción" de los 180 escaños con el PSOE. "No podemos asumir las barbaridades de Sánchez", sostuvo Arrimadas en un primer bloque que fue quizás el más amigable de todos.

"Qué vamos a ofrecer en el futuro, quedan cuatro años de Gobierno porque no hay mayoría alternativa", se cuestionó un Igea que insistió varias veces en "tender la mano" a Sánchez llegado el momento. Con condiciones, pero de forma más "dialogante". Para él, las líneas rojas han de hacerse "a las políticas" y no "a los partidos o a las siglas".

Esa tesis no la compra Arrimadas. Reiteró tanto la vía ofrecida por Rivera antes de las elecciones, con las tres condiciones, como la "vía 221", que también fue un punto de cierto acuerdo entre ambos. "Somos la única posición de centro y liberal", comentó, tratando de alejarse del PP. Pero Igea no se cree esa distancia: pidió a su oponente una reflexión: "Nosotros no somos el PP ni el PSOE y no podemos buscar las soluciones de la mano de quienes nos trajeron hasta aquí".

El vicepresidente de Castilla y León considera, como la portavoz en el Congreso, que "hay que dar la batalla" al nacionalismo, pero con "inteligencia". Esto es, "sin caer en sus artimañas de buenos y malos". Fue aquí donde más defendió la candidata su acuerdo con los populares, y enarboló su papel de líder: "El nacionalismo no quiere que desaparezcan el PP o el PSOE, sino Ciudadanos".

Cruce de acusaciones: hiperliderazgo contra intoxicación

A medida que avanzó el debate, el tono se tensó. "El mejor candidato es quien decidan los militantes", reconoció a Arrimadas, que al mismo tiempo afeó a Igea su intento de "intoxicar" y de recurrir a la "autodestrucción" ante los medios diciendo que "el partido está acabado" o que es "leninista". Fue ese el punto en el que el vicepresidente pidió un partido "que acepte la crítica". Es uno de los elementos que más molesta a Igea: el hiperliderazgo. Y resaltó las salidas de voces como Toni Roldán o Francisco de la Torre.

"No hay nadie en este partido que nos deba la vida", prosiguió Arrimadas, que reivindicó su proyecto feminista "con hechos" y no "diciendo portavozas como otros partidos". La candidata aseguró que su equipo "suma", con nombres como Juan Marín, Begoña Villacís o Ignacio Aguado. Mientras, Francisco Igea enarboló la bandera "de la militancia". 

A pesar de no ser favorito, Igea mantiene la "ilusión" porque "lo palpamos en la calle". Las discrepancias, enormes a lo largo de todo el debate, fueron reforzadas por Arrimadas a la hora de poner en duda la capacidad de Igea de "integrar equipos", cosa que ella, sostuvo, sí ha conseguido, sumando a las figuras más relevantes de Ciudadanos. Con todo, el 9 de marzo se saldrá de dudas y Cs tendrá nuevo o nueva líder.

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